PRÓLOGO

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Cuando has perdido a todos es difícil levantarse, una gran oscuridad te rodea y aquel sentimiento de soledad te envuelve. Hasta que llega alguien que te alumbra el camino y dejas aquella soledad de lado. Esto es lo que le paso a Kakashi Hatake conocido como: el ninja que copia, el ninja de los mil jutsus o Kakashi el del sharingan. Este sujeto, a visto a sus seres queridos morir, uno a uno, a muy temprana edad: su madre murió tan solo cuando el nació, su padre conocido como "Colmillo Blanco" se suicidio cuando el tenía tan solo cinco años, su compañero de equipo Obito Uchiha murió- bueno, lo dieron por muerto- aplastado por una roca salvándolo, su compañera de equipo Rin Nohara murió en el campo de batalla tras atravesarse en una de sus técnicas dándole la muerte, y por último, su maestro Minato Namikaze y su esposa Kushina Uzumaki murieron protegiendo a su hijo recién nacido.

Tras todo eso el joven ninja calló en la oscuridad en sí mismo culpándose de todas aquellas muertes. Hasta que fue nombrado maestro del nuevo equipo siete. Esos tres niños le sacaron de la oscuridad y le dieron una razón por la cual luchar. Esos niños eran: Sakura Haruno, Sasuke Uchiha y Naruto Uzumaki. Por ellos ahora se encontraba en este momento.

Ellos cuatro estaban al frente del mayor enemigo de todas las naciones, un hombre enmascarado. Este sujeto había declarado la guerra a las cinco naciones dando comienzo a la cuarta guerra ninja. Esta seria recordada en la historia por los grandes daños que provocó y como por primera vez las cinco naciones se unieron. También por la caída de varios ninjas y el principio de los reconocidos héroes Naruto Uzumaki y Sasuke Uchiha.

Esa guerra marcó un antes y un después para todos. Resultó que el sujeto enmascarado era nada más y nada menos que Obito Uchiha. Este descubrimiento dejó paralizado por un buen momento al ninja que copia. Aquel niño había desaparecido, habiendo sido consumido por el odio y la venganza. Kakashi con todo el dolor de todo su ser tuvo que luchar contra él, ya que era el único que podía vencerlo gracias a su Sharingan que anteriormente perteneció a Obito. La pelea entre dos antiguos rivales, amigos y por cosas de la vida, ahora enemigos. Esta terminó, gracias a la intervención de Naruto, quién le dio un golpe de realidad salvándole de toda la oscuridad que el mismo se había sumergido.

Obito se unió a ellos luchando contra el revivido Madara. Casi muriendo, pero Madara consiguió revivir a la diosa conejo. Su nombre era Kaguya Otsutsuki. Ella era el verdadero enemigo.

El equipo siete junto a Obito se enfrentaron a ella. En el enfrentamiento contra ella el primero en caer fue Obito salvando al equipo del golpe y ayudándolo a trasladarlos en la otra dimensión donde se había ido la diosa. Antes de que este muriera, Kakashi y el se fundieron en un abrazo ambos pidiéndose perdón. El ninja que copia se permitió llorar en los brazos de su amigo, mientras este moría. Obito le sonrió como él sabía. Esta iba ser la última vez que lo hiciera.

OBITO: Vamos Bakakashi, deja de llorar. No era que los ninjas no podían llorar y menos en el campo de batalla- esto sacó una sonrisa amarga del de cabellos blancos-. A demás, este no es el final es el principio de la historia. Nos volveremos a reencontrar, te lo prometo.

KAKASHI: Bobito- sacándose las lágrimas con ayuda de su antiguo compañero-... Más te vale y ni se te ocurra llegar tarde.

Ambos se miraron por última vez y rieron. Obito Uchiha acababa de morir. Los alumnos del ninja de los mil jutsus se acercaron y lo abrazaron dándole fuerzas.

Así lo hicieron. Juntos combatieron a esa diosa. La batalla estaba por acabar. Ambos lados estaba muy dañados. Kaguya realizó un gran ataque muy poderoso. Ese fue el momento, Kakashi Hatake miró a sus alumnos y les sonrió. Los cogió y las lanzó a otro lado.

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