Menuda analítica

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Narra Malú:
Después de noches eternas sin dormir, cuando por fin encuentro la calma suficiente y me siento inmersa en el sueño, comienza a sonar el maldito tono del infierno, la alarma. Apenas son las diez y media de la mañana, la hora perfecta para salir de casa sin un interrogatorio, pero también la peor hora para despertar a quién ha tenido un concierto complicado el día anterior.

Saqué de mi maleta la ropa más cómoda, un chándal gris y una sudadera negra, junto con mis adoradas new balance, que para ir a un hospital no necesitas ir vestida de gala; Me puse ese conjunto sin hacer apenas ruido y me arreglé el aspecto de la cara y el pelo en el baño, después salí de puntillas al pasillo, rezando por no encontrarme a nadie y abrí la puerta principal, en cuanto la cerré despacio desde fuera me sentí liberada.

Era una mañana fría y con poco tráfico para ser un día de diario. Llegué a la parada del autobús con tranquilidad y me senté sobre la fría estructura de metal, rebusqué algo de dinero en mi bolso y en cuanto levanté la vista vi como llega el medio de transporte. Hace años que no monto en uno de estos y habría preferido coger mi propio coche, pero el otro día la médica me recomendó no hacerlo, además últimamente me encuentro más cansada y da cierto vértigo pensar en que puedes causar un accidente.

Con: Buenos días señorita... (me dedicó una sonrisa al abrir las puertas)
-: Buenos días. (saqué de mi cartera el dinero justo para el viaje)
Con: Que tenga un buen día. (me entregó en mano el recibo)
-: Igualmente... (eché a caminar hacia los asientos del final, no era un trayecto corto)

Las calles de Madrid me transmiten algo indescriptible, no me he criado toda la vida por aquí, pero sí que he estado largas temporadas y siempre me he sentido bien recibida, por su gente y por la propia ciudad, estar me hace sentir segura y arropada. Apoyé mi cabeza en la ventana y encendí el móvil, después de todo lo de ayer había miles mensajes de apoyo y de desilusión, y no me esperaba menos, les estoy dejando solos, apoyados en lo que he construido estos años; También respondí varias docenas de whatsapps de mis excompañeros de profesión y agradecí el interés que habían tenido, luego volví apagar el teléfono y seguí mirando el paisaje de ciudad.

Me bajé en la última parada de la línea, que justo me dejaba en la entrada del hospital. Tras unos segundos caminé indecisa hacia allí y confirme mi cita con la doctora en recepción, inmediatamente me mandaron a la sala de espera, que por lo menos estaba vacía por una vez, me senté allí e hice una pequeña percusión con mis dedos sobre el bolso.

Dra: Buenos días Malú, pasa para dentro por favor. (Dijo asomándose por la puerta de la consulta)
-: Buenos días... (me senté en una de las sillas y en la otra dejé mis pertenencias)
Dra: ¿Cómo te has encontrado últimamente? Espero que estés tomando las vitaminas que te receté, es muy importante para saber de que son los síntomas.
-: Algún día se me han olvidado... pero las he tomado casi todas. (asintió con la cabeza ante mi respuesta)
Dra: Ya me he enterado de que has seguido mis recomendaciones y has dejado tu trabajo un tiempo. ¿Has hablado ya con tu familia de lo que te ocurre? (Tecleó un par de cosas en el ordenador)
-: La verdad es que no, no tenía el suficiente valor para hacerlo, no quiero preocuparles.
Dra: Escúchame, sé que es difícil dar el paso y puedes pensar justo lo que me acabas de decir, pero es que a lo mejor deberías preocuparles, no estás bien está claro y dentro de unos días veremos si es por lo que pensamos.
-: Entonces se lo diré cuando estén los resultados...
Dra: Vamos hacer una cosa, en una semana tendrás que volver, cuando vengas... quiero que lo hagas con tu madre, ponle la excusa que quieras, pero necesito que vengas con ella.
-: ¿Puedo venir mejor con alguna amiga? Es que mi madre... si se entera no me va a dejar irme a vivir fuera de su casa.
Dra: Tiene que ser tu madre, no hay negociación con eso. Ahora ven conmigo, voy a chequear que todo esté bien y enseguida vendrá la enfermera. (Caminó hasta la camilla y dio unos golpecitos en esta)
-: Antes de que me vea, debo avisarle que... me han estado saliendo más hematomas, y más grandes.
Dra: ¿Sigues teniendo fatiga, fiebre y mareos? ¿O has tenido más síntomas? (Puso el frío estetoscopio sobre mi pecho y vi como su cara tranquila cambió a una preocupada) Parece que podemos añadir a los síntomas una frecuencia cardíaca irregular.
-: ¿Puede ser un síntoma que haya tenido varías erupciones cutáneas?
Dra: Sí que lo es sí... me preocupas Malú... ¿Has venido sola?
-: Sí, no pensé que una analítica fuese un motivo para venir acompañada.

Sólo porque nos queremosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora