Un mensaje acompañado de...

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Narra Malú:
La peor parte de una historia siempre ha sido cuando el personaje se da cuenta de que tiene que cambiar, cuando todos lo demás pueden verlo perfectamente y el único que falta es él mismo, que se ciega para evitar la triste y cruel realidad, que cambia todo lo que en la mente aparece perfecto. Confieso que a veces me siento así, pero en este caso está invertida la situación, los demás no se hacen ni una pequeña idea de lo que ocurre y lo único que falta es confesar lo que ya he admitido.

La música resuena dentro del coche, mientras que mis amigas se ríen de algo que desconozco. Cuando me evado en los pensamientos suelo perder el hilo de las cosas y es justo lo que me acaba de ocurrir. Lo bueno de ir sola en los asientos traseros es que nadie se gira para mirarme, así no tengo que pintarme una sonrisa todo el tiempo.

Pastora: Tienes que gustarle Malú, no hay duda. (Se dio la vuelta y le miré desconcertada)
-: ¿Perdón? ¿A quién le gustó? (Levanté una de las cejas sin darme cuenta)
Vane: Esta estaba pensando en sus cosas, ya parece una adolescente enamorada. (Ambas se rieron y yo suspiré)
Pastora: Estábamos hablando del anónimo que nos ha pagado el desayuno, Vane dice que puede haber sido Albert.
-: ¿Cómo que puede haber sido Albert chicas? ¿Estáis de broma verdad? Que he intercambiado cuatro palabras con él y ha sido un puto borde, ese no suelta ni un duro si no es para él, que ya he conocido a hombres así.
Vane: A lo mejor no suelta ni un duro, pero a ti te ha soltado enseguida un piti. (Vuelven a reírse y yo pongo los ojos en blanco)
-: Si a mi me pidiesen un cigarro también lo daría, no tiene nada que ver con la persona que lo pide.
Pastora: O a lo mejor sí, ya te dijimos que si te acercabas a pedirlo seguro que te lo daba sin pensarlo.
Vane: Además las tres sabemos que se atragantó porque fuiste tú, que eso lo vimos perfectamente.
-: ¿Falta mucho para llegar a casa de mi madre? Estoy agotada...
Vane: Mira como cambia de tema la niña, venga amiga admítelo, algo sí que te gusta... además que sabemos que te gustan los chicos que son duros de roer.
Pastora: Solo hay que pensar en tu ex, no os llevabais bien y os dejamos una tarde solos y se armó la de Troya.
-: Y mira como terminamos, él enamorado y yo desenamorada, no quiero que me pase eso con el próximo.
Pastora: Albert tiene pinta de ser de los que llevan el desayuno a la cama.
Vane: Y de los que bajan al pilón por la mañana, las cosas como son.
-: Me dais mucha vergüenza, dejad de hablar así de él que me da igual como sea, no quiero salir con un político.
Vane: Dale una oportunidad al menos al pobre chaval.
-: ¿Pero que oportunidad? ¿Qué dices? Que tiene mujer y vete a saber si algún hijo, ese ya tiene su familia y la vida resuelta.
Pastora: Bueno, bueno... eso no es impedimento eh.
-: Hemos llegado ya menos mal, me voy de aquí que sino me montáis una cita a ciegas.

Abrí la puerta del automóvil y bajé sonriendo de forma inconsciente, no por pensar en él está claro, sino por la de tonterías que puede decir una persona en tan poco tiempo; Me despedí con la mano unos segundos mientras se iban y llamé asustada al telefonillo de mi madre, ahora en casa me van acribillar a preguntas, como cuando tenía dieciséis años y había quedado con algún chico; Subí despacio por las escaleras para hacer algo de tiempo y pensar un par de excusas, y me vi sorprendida por mi madre, que estaba cruzada de brazos en la puerta y con una cara de enfado a la que solo le faltaba echar humo por las orejas.

Pepi: ¿Dónde cojones te habías metido hija? Llevamos toda la mañana llamándote al móvil, ¿Te parece normal desaparecer sin decir ni mu? Eres una inconsciente, si te llega a pasar algo ni nos enteramo' joder...
-: Relájate mamá que estoy bien, había quedado con las chicas para desayunar y se me ha quedado sin batería el movil, lo siento... (Le abracé fuerte para que se relajase, no es bueno estar tensa durante mucho tiempo)
Pepi: ¿A dónde habéis ido? Quiero que me cuentes todo.
-: ¿Pero puedo pasar para dentro y cambiarme al menos? (Señalé la puerta que estaba abierta)
Pepi: Claro que sí tonta... (Puso la mano en mi espalda y me empujó hacia dentro)
Jose: ¿Dónde estabas hermanita? (Se levantó del sofá al verme caminar hacia la habitación) Mamá, ¿Dónde ha estado?
Pepi: Con sus amigas, nosotros aquí preocupados y ella desayunando tranquilamente.
Jose: Ya te vale Malú, ya te vale... la próxima avisa o algo.
-: Que me he quedado sin batería y cuando me fui aún estabais durmiendo y me daba pena despertaros. (Dije mientras abría la puerta del cuarto)

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⏰ Última actualización: Jan 03, 2021 ⏰

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