Por mi culpa

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Narra Albert:
¿Ese maldito momento que quieres presentar atención con los cinco sentidos y no puedes? Pero no puedes porque algo superior a ti no te deja, la puñetera mente, que cuando tú estás pero ella no, no sirve de nada estar... pues así estoy, sentado en un bar rodeado de la prensa, con mis compañeros que tras mis disculpas están contándome lo ocurrido y ellas situadas justo a mi espalda hablando, así no soy capaz de estar atento a nada, demasiados estímulos para mi cabeza.

Además hay algo a lo que no dejo de darle vueltas, estas últimas semanas al parecer mi vida ha girado alrededor de Malú, ya sea por unas cosas o por otras siempre estaba presente y que hoy esté aquí me parece demasiada coincidencia. No creo en el destino, ni las casualidades, ni la suerte... porque me parece una ridiculez, pero es que solo tengo ganas de girarme y preguntarle qué hace aquí, por qué justo aquí, aunque si lo hago estaré faltado el respeto a mi equipo, molestándole a ella y saldría al día siguiente en las portadas de revistas del corazón con rumores completamente falsos.

J.M.Ville: ¿Te ha quedado todo claro Albert? Está muy resumido, deberías haber venido para enterarte mejor...
+: Sí, sí, me ha quedado todo claro. (dije mientras nos levantábamos todos de la mesa)
J.M.Ville: Pues no sé para que has venido ahora hasta aquí, en principio ya no hay más reuniones y tú no tienes nada de papeleo hoy, podrías haberte quedado en casa.
+: Pues para que me dé el aire un rato, que en casa ahora no están las cosas bien. (Levanté los hombros)
J.M.Ville: Luego te llamo y me lo cuentas todo al detalle, a ver si puedo ayudarte aunque sea un poco.
+: No te preocupes, veré si esta noche puedo llevarme a Beatriz algún sitio y lo arreglamos. La verdad es que no me hace gracia estarla perdiendo, le quiero mucho más de lo que parece.
J.M.Ville: Veréis como todo se soluciona y queda en una anécdota, sois un matrimonio duro como las rocas.
+: Confió en que tengas razón, necesito que la tengas. (Le di unas palmadas en el hombro y me sonrió)

Decidí por voluntad propia invitarles al desayuno por las molestias causadas, así que vi como se alejaban de aquí apoyado en la barra esperando al camarero. Saqué el móvil del bolsillo un rato y miré si tenía noticias de mi chica, pero nada, tiene que estar muy enfadada conmigo para que no me responda ni con un simple emoticono. Levanté la vista y simultáneamente lo hice hacia la mesa en la que estaba sentada Malú, quería ir a saludarla y pedirle una foto, llevo años siguiendo sus avances en la música y nunca he tenido el placer de coincidir en alguna fiesta o evento.

Cam: ¿Qué miras tanto Albert? (Llamó mi atención asustándome) ¿A las nuevas clientas verdad? Te gustan más las mujeres que a tonto un lápiz.
+: Me has pillado tío, ¿Cuánto te debo de hoy?
Cam: No te voy a cobrar a ti solo, sé que invitas a tus amigos y como yo soy tu amigo pues te invito a ti.
+: No seas tonto y dime cuanto es... que tengo prisa.
Cam: No seas cabezota, que sabes que a ese juego gano yo siempre.
+: Pues déjame al menos que pague la mesa de ellas. (Me crucé de brazos y la sonrisa que le salió me sorprendió gratamente)
Cam: ¿Vas hacer como en las películas o qué? El típico señor atractivo que invita a un grupo de amigas para ligarse a una en el baño...
+: No digas eso... que como te oiga la prensa estoy jodido con Beatriz.
Cam: Ósea que tengo razón. Te gusta alguna de ellas pillín.
+: No me gusta ninguna porque no las conozco, pero sí soy fan de una y por eso quiero ser el anónimo que les invite.
Cam: Bueno, si tú lo dices será eso... sí sí.
+: Te juro que es eso, no te puede gustar alguien que no conoces, está científicamente comprobado.
Vane: Camarero, ¿Me puedes decir cuanto es la cuenta de aquella mesa? (Nos interrumpió la conversación)
Cam: Esa ya está pagada señorita. (Giré la cabeza al lado contrario para que no me viesen y sonreí triunfante)
Vane: ¿Cómo va a estar pagada? Nosotras no la hemos pagado.
Cam: Antes vino un señor alto, guapo y apuesto y me dijo que quería pagarla.
Vane: ¿Y se la cobraste? Pero sí no sabemos ni quién es, esto parece una broma de verdad...
Cam: No lo sé señorita, pero ya está pagada.
Vane: Está bien anda... muchas gracias. (Se fue y miré al camarero a punto de estallar en carcajadas)
+: Gracias tío, ahora cóbramela de verdad.
Cam: Hay que ver lo que hago por ayudar a un amigo...

Sólo porque nos queremosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora