Muse le pidió permiso a Juan para salir a dar una vuelta. Iba muy feliz y alegre, claro que Juan lo dejó salir pero le advirtió bien ¡no te demores y no te sorprendas de muchas cosas!, a Muse se le hizo extraña la advertencia de su amigo Juan, el robot Muse salió, al tiempo de haber pasado cuatro horas, Muse entro a casa asustado y sorprendido gritando el nombre de su compañero Juan:
—¡Juan, Juan, Juan! exclamaba Muse.
—Muse que sucede que te ha pasado ¿estás bien?
Muse le contó que es lo que había visto fuera. Qué es lo que he visto ¿las cosas están bien?
—¿Por qué lo dices querido Muse?
—Es que fuera de casa no hay nada de lo que me mostraste en fotos, videos... todo lo que me enseñaste ¿por qué no hay nada de la naturaleza?
—Muse que pena decirte esto pero el hombre a acabado con lo poco que queda de la naturaleza, al parecer ya no hay nada de ella.
—Pero Juan yo quiero conocer la naturaleza ¿Qué podemos hacer? ¿Podemos salvar lo que apenas queda de ella?
—Muse me has dado una gran idea. Sí, aún podemos hacer algo por la naturaleza.
El robot Muse y Juan hicieron campañas sobre el medio ambiente concientizaron a algunas personas de lo importante que es la naturaleza para vivir, les enseñaron a reciclar i a cuidar las plantas, poco a poco fueron salvando la naturaleza y Muse pudo conocerla.
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El Robot que quería conocer la naturaleza (editando)
NouvellesUn cuento que trata de incentivar el cuidado de la naturaleza