Capítulo 4

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María se quedó perpleja luego de recordar todo en un segundo, una vida llena de subes y bajas, pero siempre con amor.

María: Ángel, mi amor... por favor, reacciona, no sabes cuanta falta me haces, eres mi aire, sin ti yo me muero, por favor... - dijó mientras su rostro se cubría de lágrimas y apoyaba su cabeza sobre sus manos que estaban sobre las de él.

De momento, el mundo paró y Ángel empezó a tener una crisis, si bien había despertado no había sido como todos esperaban. María se dió cuenta y fue en busca del doctor quien de inmediato fue a atenderlo.

En la sala de espera...

María: ¡Dios mío, ayúdame! ¿Qué dijé para que él se pusiera así? - llorando sin parar.

Camila: amiga... tranquila, esto es muy difícil, yo lo sé, pero tienes que estar bien por él y por tu hija - decía mientras acariciaba su espalda y se sentaba a su lado.

María: ¿¡Cómo quieres qué esté tranquila!? - llorando al tiempo en que se levanta - te equivocas Camila tú no sabes lo difícil que es, nunca lo sabrás... y sabes por qué, pues porque ni pareja tienes, no conoces lo que es el amor, no sabes que se siente que el 50 % de lo que eres se esté muriendo y no puedas hacer nada y siendo franca hoy más que nunca, no creo que algún día lo sepas - le gritó en frente de todos muy enfada y llorando cada vez más.

Camila no dijó nada, sólo salió corriendo llorando amargamente, se sentía traicionada más que molesta, su amiga, su “mejor amiga” le había dicho todo eso, tal vez tenía razón, en el fondo lo sentía Camila, nunca había sabido lo que era el amor y el tiempo se había pasado.

Nadie de los presentes dijó nada, se reservaron a opinar. María se quedó en el suelo llorando y al cabo de una hora se quedó dormida.

Dr: familiares del Sr. Ángel Solís Montaño... - dijó esperando una respuesta rápida.

Nadie contestó, así que se retiró dejando a la enfermera a cargo sobre si alguien aparecía.

Luz por suerte había llegado a México con Celi y por ende llamó a su mamá.

Llamada entrante...

María comenzó a escuchar su celular y rápidamente contestó.

María: ¿Bueno?

Luz: hola mamá... ¿Estás bien? - con tono de preocupación.

María: ¡Oh! Hola hija, disculpa... ¡Me quedé dormida! - culpable por haberlo hecho y un tanto confusa sobre dónde estaba Camila - ¿¡Qué pasó hija!?

Luz: a ver mamá, tranquila por favor, te escucho algo tensa, además de que sigues media dormida - dijó riendo sin dejar la preocupación a un lado - pasa que ya llegamos a México, vamos camino a casa y en un rato iremos al hospital, pero no sé en cuál están, me puedes decir... Por favor.

María: lo había olvidado, emmmm... “Hospital de la Beneficencia” - confusa, aunque estaba en lo correcto.

Luz: gracias mamá, en un rato estamos por ahí... ¿Necesitas algo?

María: no hija así estoy bien, gracias.

Cortó la llamada y fue hacía la enfermera para preguntar por su esposo.

María: señorita, disculpe... tendrá informes sobre el Sr. Ángel Solís Montaño, es mi esposo - con cara de preocupación y esperando una respuesta favorable.

Enfermera: emmmmm... a usted estábamos buscando hace 45 minutos para ser exactos. Su esposo está estable, el doctor logró controlar su crisis, pero por ahora no puede recíbir visitas, tiene miedo a que pueda subir otra crisis.

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⏰ Última actualización: Jan 02, 2021 ⏰

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