OO3. Olor A Peras.

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C o n t e x t o En donde Yan HeQing amaba despertarse todas las mañanas junto al cuerpo de Xiao Yuan

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C o n t e x t o
En donde Yan HeQing amaba despertarse todas las mañanas junto al cuerpo de Xiao Yuan.

El leve aroma a flores silvestres mezclado con una tenue fragancia a peras, se colaron justo en la nariz de Yan HeQing, quien, al estar consciente, abrió sus ojos con dificultad, parpadeando varias veces seguidas con la intención de que la luz que...

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El leve aroma a flores silvestres mezclado con una tenue fragancia a peras, se colaron justo en la nariz de Yan HeQing, quien, al estar consciente, abrió sus ojos con dificultad, parpadeando varias veces seguidas con la intención de que la luz que se colaba en la habitación no le molestara.

Trató de moverse un poco, pero la sensación de tener un peso sobre su cuerpo le impidió hacerlo, sus cejas se juntaron, arrugando la piel. Acomodó su cuello de tal forma que podía ver qué era lo que tenía sobre su cuerpo. Sonrió al verlo, justo encima de su pecho.

Con su cabello revuelto, mechones que se destendían cubriendo la piel del torso de Yan HeQing, con su cabeza apoyada justo encima de su pecho, en donde los latidos de su corazón resonaban. Con uno de sus brazos enrollados en su cintura y las piernas de ambos juntas.

Desnudo, totalmente. Con una lenta respiración que por momentos era acompañada con débiles ronquidos que hacían que su pecho vibrara. Yan HeQing aún sonreía, en especial, al darse cuenta cómo el abultado vientre de su pareja estaba acomodado sobre su abdomen.

Con cuidado, sin intención de despertarlo, movió su mano derecha y la llevó al rostro de su esposo, quitó con paciencia y delicadeza cada mechón que se encontraba sobre esa parte de su cuerpo, y con mucha tranquilidad los deslizó hacia atrás, para que cayeran sobre su espalda.

En su travesía, posaba sus dedos sobre las manchas rojizas y moradas que se encontraban decorando el cuello del contrario. Recordando la agitada noche que ambos habían tenido el día anterior.

La forma en que los jadeos y gemidos salían de los abultados e hinchados labios de su pareja, la leve capa de sudor que le daba un toque aperlado a su frente, la manera en la que la cama se mecía hacia adelante y hacia atrás, haciendo juego con el ritmo de sus embestidas.

Pero sobre todo, el cómo gemía su nombre, el cómo le decía que lo amaba, el cómo su cuerpo reaccionaba al estar en contacto con sus manos, la forma en que su entrada sujetaba su miembro, incitándolo a perder sus sentidos.

- One Shots [𝑸𝒊𝒏𝒈𝒀𝒖𝒂𝒏] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora