Capítulo 2

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Fairbanks, Alaska. Estados unidos

Universidad de Fairbanks, división de estudios árticos y del norte.



Cerró los ojos con cansancio antes de bostezar.

Habían sobrevivido a la primera semana de clases con éxito, los profesores estaban teniéndoles piedad al no dejar tanta tarea, la cual sabía él, terminaría haciendo a última hora. La primera semana se había basado, prácticamente en socializar con sus nuevos compañeros, al principio, el castaño no estaba seguro si deseaba o no entablar una amistad con el chico sentado a su derecha.

Ayrton Miller lo había golpeado y se había disculpado, pero eso no quitaba el hecho de que al chico ojiazul le había parecido gracioso ¿Por qué sonreía cuando había golpeado a una persona? Su primera impresión respecto al chico no había sido buena, pero, en el transcurso de los días, descubrió que en realidad no era tan malo como pensaba y que tenían algunas cosas en común.

Abrió los ojos de golpe ante las estruendosas carcajadas que retumbaron en su oído, miró hacia donde provenían las risas, encontrándose con la cara sonriente de Finn y la sonrisa burlona de Ayrton, el castaño puso cara de desagrado y se recargó en el hombro de la morena, provocando que esta se sobresaltara y lo mirara extrañada.

- ¿Qué te pasa? ¿te sientes mal? - preguntó la chica, dirigiendo la mirada hacia lo que estaba haciendo.

El castaño negó como respuesta y bajó la mirada hacia las manos de la morena, las cuales sostenían bastantes cartas de distintos colores y números; entendió el porqué de las risas, aquel par estaba jugando UNO y lo estaban haciendo sin él.

-Juegas con él, pero no quisiste jugar conmigo. - reclamó el castaño golpeando el hombro de la chica con su cabeza.

-Oye, eso duele. - se quejó moviendo el hombro para que el castaño se quitara. - ¿Cómo querías que jugara contigo? estabas babeando. - dijo sin retirar la mirada del juego.

- ¡Pero cuando te dije que jugáramos no quisiste!

La morena suspiró con fastidio. - Kyle, eso fue la semana pasada, hoy es hoy, supéralo.

El castaño estaba por reclamar, pero la voz de Elio llamando a Finn lo detuvo, la chica se puso de pie y le hizo señas para que esperara. - Kyle, juega con Ayrton. - pidió, pasándole todas sus cartas.

- ¿A dónde vas? - preguntó el castaño, ignorando lo antes mencionado. La chica no le respondió, pero al ver a sus antiguos compañeros parados afuera del aula, lo entendió, así que no volvió a preguntar.

-Entonces...- el pelinegro le sonrió- ¿Jugarás conmigo?

Kyle alzó los hombros. - Ya que insistes. - respondió mientras acomodaba las cartas.

Llevaban dos partidas, en las que habían quedado empatados. El castaño ya estaba aburriéndose, suspiró con cansancio y recargó el mentón sobre su mano libre.

Ayrton tragó saliva y pensó unos segundos antes de hablar- Oye...

- ¿Hmmm? - contestó Kyle sin dejar de barajear.

-Salgamos este fin de semana.

- ¿Salir? ¿A dónde?

-Vayamos al club.

-Hmmm, no lo sé.

-Vamos, así podremos conocernos mejor, siento que estas, incomodo conmigo y eso no me agrada.

El castaño alzó la mirada, encontrándose con unos ojos azules brillantes, arrugó su frente, estaba por contestar, pero fue interrumpido por otra persona que hasta ese momento era ajena a la conversación.

C L O S E TDonde viven las historias. Descúbrelo ahora