Louis tiene los peores cinco días de su vida pero, sobre todo, los más aburridos que puedan existir. Principalmente porque está sentado frente a sus padres en una típica cena familiar junto a la familia de su futuro prometido. Porque las cosas siempre son así, después de sentirse un poco en libertad, tiene que venir la tormenta.
Y es que ni siquiera a podido poner un pie en la cafetería porque últimamente su novio está demasiado pegado a él, incluso lo acompaña a sus juntas, se la pasa en la oficina haciendo insinuaciones respecto a tomarlo sobre el escritorio. Son cosas que al castaño le desagradan un poco y su padre no parece poner resistencia.
No puede ser posible que después de pasar la mejor noche de su vida junto a un rizado de ojos verdes, tenga que volver al verdadero infierno. Aún así, no se arrepiente de haber experimentado haber bebido hasta altas horas de la madrugada, bailar canciones sin sentido con pasos inventados.
Con Harry se puede sentir la libertad.
Y eso es algo que él necesitaba, son cosas que ocupa experimentar antes de atarse a una persona por la cual no siente nada más que un cariño enorme. Porque a Niall lo aprecia demasiado, tiene tantos años de conocerlo pero él no parece prestarle atención a los pequeños detalles.
Porque Louis sabe cuando Niall está triste, cuando quiere atención, cuando necesita algún beso o un simple abrazo. Pero Niall no puede detectar si Louis es feliz de verdad, nunca puede ver más allá en sus ojos azules, siempre se traga las mentiras que le dice día y noche o cuando terminan una sesión de sexo aburrido.
"Yo digo que la boda puede ser en Italia", la voz de su padre lo saca de sus pensamientos, "solamente es cuestión de que Louis se anime."
"Es una sorpresa, ya lo he dicho" sonríe falsamente mientras toma la mano del rubio a su lado en la mesa, "no puedo esperar para que él sea mi esposo y podamos vivir juntos por la eternidad."
Decir aquellas palabras le duelen de verdad, es una opresión en el pecho que se hace más grande con el tiempo hasta aplastar su corazón. Se siente sofocado, tiene que salir corriendo para olvidarse de la vida tan basura que está viviendo.
Porque no le importa en absoluto perder el dinero, de todos modos el señor Horan siempre va ser el socio de su padre, él desea que no haya ninguna diferencia por si tiene ganas de huir cuando sea el día de su boda. Porque ya está todo escrito, quizás el día de su cumpleaños o en año nuevo, tiene que pedirle matrimonio.
"Estoy muy enamorado de ti" Niall dice con una sonrisa, "no importa si quieres esperarte más tiempo, estoy dispuesto a tolerarlo."
"Ya terminé de cenar", Louis dice intentando cambiar el tema que comenzaba a incomodarle, "¿podemos subir a mi habitación?" se dirige a su novio porque es evidente que no puede dejarlo ahí solo, sería una falta de respeto.
"Parece buena idea", el menor responde con una sonrisa de oreja a oreja.
Louis no dice nada más, le toma la mano a su novio para guiarlo hasta la habitación, quizás así pueda olvidarse un poco de Harry, de lo bien que la pasó hace apenas un par de días. Del cálido abrazo que se dieron, de las veces que sus manos rozaron y acaba de caer en cuenta de la cita textual que le dejó en su diario.
Realmente debió estar demasiado ebrio para atreverse a invadir la intimidad del rizado, aunque no leyó absolutamente nada. Fue un impulso, algo que le salió del pecho cómo cantar esa canción sin despegarle la mirada, "estoy enamorado de ti." Y Jesús, tiene que estarse volviendo loco para ser tan directo.
No es que realmente esté enamorado del chico, es solo que tiene un par de meses observando de lejos y bueno si, está loco por ser un poco ¿acosador?. Más bien, a él le gusta llamarlo observador porque, ¿es posible sentir cosas por un completo extraño?
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una tarde sin café ✧ Larry Stylinson
FanfictionHarry Styles ama con su vida el café, el olor de los granos tostandose, la leche caliente con un toque de canela, la espuma sobre su capuchino, la crema batida cuando la requiere alguna malteada. Él trabaja en una cafetería para poder pagarse sus es...