✧ Capitulo III

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Doce días han pasado y Harry puede asegurar que su amistad con Niall ahora es un poco menos incomoda, de hecho se podría decir que son demasiado unidos. Y todo comenzó en la clase siguiente, el rizado tuvo que buscarlo para entregarle la sombrilla de Louis, debe admitir que temía de una reacción negativa por parte del irlandés.

Pero honestamente fue todo lo contrario cuando le respondió con: "Oh si, me contó que no aceptaste el aventón, le entregaré su sombrilla y gracias por traerla Harry", después de eso se lo presentó a Zayn porque Niall no quería estar al rededor de tantas personas en los recesos de veinte minutos. El pelinegro quedó encantando desde el minuto uno porque si, el ojiazul es demasiado adorable.

Harry concluyó que es una persona demasiado pura y sobre todo enamorado de su novio Louis del cual no para de hablar, menciona lo maravilloso que es y cada día trae un regalo nuevo. Cómo por ejemplo el último viernes de septiembre en la clase, llegó con una nueva funda para su guitarra en color naranja, obviamente todos quedaron sorprendidos, Niall lo simplificó en un "mi novio me lo regaló."

También debe agregar que han estado más tiempo en la cafetería, incluso lo esperan para poder caminar los cuatro juntos. Hubo dos días en donde Louis también llegó solamente para saludar o entregarle algo a Niall, comprar su almuerzo o porque tenía minutos libres antes de volver a su oficia. Harry descubrió que los padres de Louis son empresarios demasiado influyentes, dueños de hoteles importantes, restaurantes e incluso una aerolínea.

Ahora entiende por qué llora dinero.

"Buenos y maravillosos días", el pelinegro dice en cuanto entra a la cafetería, "es una hermosa mañana, no hay lluvia, el sol es hermoso, el otoño se siente."

"Buenos días para ti también Zayn" Harry responde con una enorme sonrisa porque si, debe admitir que el olor de su estación favorita lo pone de buen humor. Las hojas secas cayendo por su cuerpo cuando camina, la luna por las noches siendo aún más brillante. "Tienes razón, es un día hermoso, tiene pinta de serlo."

"Quiero que me sirvas un capuchino con mucha espuma y sabor a vainilla."

"Por supuesto que si, dame un momento porque todavía no termino de enjuagar los filtros de café."

Zayn a llegado demasiado temprano, nuevamente es lunes, el primero de octubre, por desgracia le queda la última semana de clase antes de tomar vacaciones por dos semanas porque el señor George así lo estableció, todo indica que estará con sus familiares lo cual agradece, al menos volverá más inspirado.

Y obviamente va aprovechar esos quince días para buscar nuevas notas musicales e incluso escribir un poco, quizás lo logre. El pelinegro le sugirió meterse a las clases de pintura con él pero, realmente no tiene muchas ganas, necesita descansar y dedicarle tiempo a Motty que últimamente está con mucha necesidad de amor.

"¿Xander te avisó que ocupa cambiarte el turno durante las dos semanas?"

Y oh mierda, realmente no quiere cambiarle el jodido turno, no es que le moleste, simplemente es pesado tener que perder la tarde, los clientes son más constantes a partir de las tres hasta las malditas ocho de la noche, es un infierno.

"¿Enserio ocupa las mañanas?" Harry resopla deseando que todo sea una maldita broma. El sonido del horno le avisa que una docena de pastelillos a salido. Zayn asiente después de escuchar la pregunta, "¿te a dicho por qué?"

"Su madre está enferma."

"Entiendo" suspira entre cerrando los ojos para no tener una crisis nerviosa, "le cambiaré el turno el siguiente lunes, no tengo ningún problema con eso, lo esperaré para contarle."

una tarde sin café ✧ Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora