Los almuerzos de Seonghwa no solo logran despertar el apetito de San, sino que tambien hacen latir su corazón. Cada dia mientras intercambian sus almuerzos múltiples notificaciones llenan el teléfono de Seonghwa al hacer sonar su Love Alarm, ante es...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al abrir los ojos en la mañana sentía las mariposas en mi interior volando por doquier dentro de mí, estaba tan emocionado por este encuentro que sentía mis mejillas hormiguear e incluso hasta el sol resplandecía brillantemente detrás de las blancas cortinas en respuesta. Aproveché la mañana para buscar uno de los recetarios que tenía mi mamá guardado, el de postres específicamente, pensé en algo dulce para alegrar el ambiente y más que todo ayudar que mis nervios disminuyeran en ese momento.
Galletas de vainilla fue la mejor de opción, sonreí al ver los moldes de metal que teníamos en la cocina, uno en forma de corazón y otro de estrella ¡milagrosamente tenía todo, incluso hasta la harina de trigo!. Después de desayunar un poco de cereal coloqué el libro encima del mesón y traía los ingredientes a medida que los leía en el recetario. Mis labios no dejaban de sonreir inconsistemente, no sabía como iban a quedar pero seguro si lo hacía con amor y dedicación, como Seonghwa, todo saldría bien y si eran para él todo estaría bien.
En teoría todo salió bien hasta que saqué la bandeja del horno, las galletas tenían una forma muy distinta a la que había dejado el molde... ¿había hecho algo mal?. Todas se veían una versión deformada de lo que eran originalmente, de seguro había hecho algo mal y no podía hacerlas de nuevo porque algunos ingredientes se me habían acabado. Luego de dejarlas reposar un rato las acomodé en un pequeño envase de plástico soltando un gran suspiro de frustración al observarlas detalladamente, no quería probarlas sólo las dejaría ahí y compraría unas de camino al parque.
ㅡSan, hoy te irá bien. ㅡSolté un falso ánimo para mí mismo cuando estaba frente a la entrada de mi casa. El poco valor que tenía ayer se veía contrastado al ver hacia abajo para mirar mi teléfono y el contenedor, mis manos temblaban un poco y mis piernas pesaban con cada paso.
El sol seguía resplandeciente afuera, pero mi ánimo no relucía al igual que en la mañana. Saqué mi billetera para comprobar el dinero que tenía y no alcanzaban para un paquete de galletas, vine a uno de los mejores lugares de la zona y claro, todo aquí iba a ser de un precio exorbitante. Seonghwa se merecía algo como eso, todas rellenas con crema de distintos colores y perfectamente hechas, envueltas en un papel transparente con un lazo rojo, seguro con un muy buen sabor por las reseñas del local. Sí, mi amigo merecía esto y más.... pero no podía pagarlo.
ㅡBuenas tardes, ¿va a llevar el paquete? ㅡPreguntó amablemente la encargada del lugar con una gran sonrisa. Negué y agradecí por lo bajo, finalmente guardé mi billetera y seguí con mi rumbo, le diría a Seonghwa que le compraría algo después como disculpa por mi atrosidad de galletas.
El parque se lucía tan feliz y alegre cuando llegué, se veía como en las películas, los niños corriendo de aquí para allá, la gente hablando y paseando a sus mascotas. Cuando llegué al lugar "secreto" seguía igual que antes, el pasto bien cuidado y el banco que daba plena vista al horizonte; no venía casi nadie para este lado porque estaba alejado de la carretera y por eso los tres planeabamos algún picnic o cualquier cosa que saliera, el manager de Seonghwa nunca buscaba por aquí así que era un buen lugar.
