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Era sábado así que Lola se levantó de su cama y fue al baño a darse un rápida ducha.
Cuando salió se volvió a poner su pijama. Sabía que Blake, Malina y Louis iban a ir a su habitación a pasar un rato con ella así que no tenia que cambiarse porque no tenia la necesidad de salir.
Cuando se estaba cepillando el pelo recibió una llamada. Lola miro su celular y se dio cuenta que era su madre la que la estaba llamando.
El corazón de Lola empezó a latir a mil por hora. Ella y su madre no tenían una muy buena relación.
La chica agarró su celular y contestó, "hola," dijo en voz baja para evitar que se le quebrara la voz.
"Lola?" Dijo su madre de el otro lado de la línea.
"S-si?" Preguntó la chica, esta vez hablo un poco más fuerte.
"Cariño, ¿que haces?" Pregunto la señora disgustada.
"Apenas me levante..." murmuro Lola.
"Lola! ¿Como puedes ser tan floja? ¿Acaso es lo que yo o tu padre te enseñamos?" Disgustada volvió a decir la mujer.
"Mamá es Sábado y apenas son las nueve y media..." Lola intento defender.
"Eso no tiene nada que ver! Estas actuando como una niña pequeña, Lola!" La mujer Exclamó, "tienes que ser más responsable!"
Lágrimas calientes empezaron a salir por los ojos de Lola, "¿y porque no le decías eso a Maria?" Pregunto Lola con la voz quebradiza.
Hubo un silencio del otro lado de la línea.
Maria era prima hermana de Lola y Blake. La señora Talabis siempre eligió a Maria por sobre Lola y Blake.
Siempre la dejaba quedarse en su casa por meses y no le importaba si molestaba a Lola o Blake. Maria siempre hacia lo que quería y nadie le decía nada, a diferencia de Lola.
"Porque ella se comporta como debe de ser!" Exclamó la señora Talabis.
Más lágrimas empezaron a salir, Lola colgó antes de que alguien pudiera decir algo más.
