𐄹 sexta parada

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Hoy Jisung pretendía hacer algo diferente, no solo subir al autobús y sentarse junto a Minho, si es que este le dejaba un lugar junto a él como lo había hecho los últimos días. Pretendía hablarle, y quizá pedirle su número, o cualquier red social donde poder establecer una amistad.

Mientras esperaba el autobús, comenzó a construir los posibles diálogos que tendría con Lee en su cabeza. ¿Le diría que no? Eso sería extraño. Ya a nadie le importaba dar su número o cosas así. Era una forma de socializar. Pero quizá Minho era diferente.

Subió al autobús con el estómago revuelto, esperando que el chico no se niegue a su solicitud de amistad física.

Sonrió levemente al ver su lugar junto al castaño desocupado, dirigiéndose hacia ahí para sentarse.

— Hola, Minho.

Lee alzó la cabeza, viendo a Han sentarse.

— ¿Cómo te sabes...?

— Tu placa, lo pone ahí.

El chico miró su placa, dándose cuenta de que Jisung tenía razón. Parecía que iba a sonreír, pero esa sonrisa nunca apareció.

— Bueno, quería decirte que...— tragó saliva, dándose cuenta de que el contrario lo estaba mirando atentamente. ¿Cómo pasaba de ser tímido a tener una mirada tan penetrante?— ¿Me darías tu número? Para ser amigos, ya sabes, mantener una amistad, intercambiar palabras, comentar cosas, y...

— Jisung, sé lo que es ser amigos.

Han alzó la mirada, atento a la respuesta del contrario. ¿Sería raro que un desconocido con el que solo coincidías en el autobús te pudiera el número? Es decir, a él no le desagradaría—siempre y cuando fuera Minho. Pero no sabía si el resto de personas opinaban lo mismo, si Minho opinaba lo mismo.

— ¿Me das tu número y yo te mando un mensaje? Tengo el móvil en mano, así no tienes que sacarlo.— Lee alzó el teléfono, encendiéndose este al reconocer al huella de su dueño.

Jisung asintió inmediatamente, dictando el número mientras el chico lo copiaba en contactos y lo agregaba.

— Te mandé un hola.— informó, metiendo el dispositivo en su bolsillo.— Por cierto, ¿cuántos años tienes?

— Diecisiete.

— Oh, entonces solo te llevo un año.

Jisung sonrió, asintiendo. Eso significaba que el mayor tenía dieciocho, osea, ya era legal. Sus nervios habían desaparecido, y se alegraba de que la actitud de Minho haya pasado de ser cerrada a una bastante espontánea, a su parecer.

— Tu parada.— avisó su compañero de sitio. Han había estado tan perdido en sus pensamientos que no se había dado cuenta de que ya había llegado a su parada, y se había olvidado de pulsar el botón que avisaba al conductor de que querría bajar.— No te preocupes, ya lo pulsé yo. Solo levántate, que se van a abrir las puertas.

El menor asintió, levantándose de su lugar y dirigiéndose a las puertas, que ya se abrían.

Salió del autobús y, antes de comenzar a caminar hacia casa, se dió la vuelta para despedirse de Minho con la mano y con una sonrisa radiante en su rostro.

Todo había salido bien, y ahora podría comenzar una amistad con el chico del autobús.

creo que actualizaré esta historia diariamente, no sé, me gusta y es bastante sencilla de escribir

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creo que actualizaré esta historia diariamente, no sé, me gusta y es bastante sencilla de escribir.

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