4419

𐄹 EXTRA

[Este capítulo se desarrolla, respecto al tiempo, antes del epílogo]

Ya habían pasado unas semanas desde que Minho volvió a casa, pero las cosas no podían ser más diferentes a cómo lo eran antes de su marcha.

El mayor recordaba perfectamente como después de su llegada su relación con sus padres terminó, pero intentaba no pensar mucho en ello y concentrarse en el presente: Jisung.

El menor se encontraba durmiendo entre sus brazos mientras descansaban en una hamaca en el jardín de su casa de verano. Minho acariciaba sus alborotados cabellos, disfrutando del clima y de la vista del menor junto a él. Si no fuera por Jisung, se sentiría perdido, sobre todo los primeros días de discusión con sus padres.

La tarde en la que Minho les plantó cara, el mayor se fue a casa del pelinegro a descansar debidamente. Como Jisung había propuesto, pasaron el resto del día acurrucados en la cama, descansando uno junto al otro de las emociones del día. Por la noche, Minho decidió volver a casa después de despedirse de Jisung, quien se encontraba preocupado de que los padres del mayor se lo volvieran a llevar.

Sin embargo, nada de eso ocurrió. Al día siguiente, Minho apareció en su puerta, contándole que al parecer sus padres solo se dedicaban a ignorarlo. A pesar de todo lo ocurrido, no lo habían echado de casa, y eso ya era un paso para él. Le dolía, pero no podía hacer nada para arreglar la situación. Ellos debían aceptarlo tal y como era. Y era por eso que Minho estaba tremendamente agradecido con Jisung, por haberle dado unos brazos en los que refugiarse y tanto amor como le fue posible.

- ¡Minho!

También debía agradecerle a Hyunjin el haber estado siempre con él, apoyándole a pesar de cómo era su extraña amistad.

- ¿Qué?

- La comida está lista.- avisó, metiéndose nuevamente a su casa.

El mayor sonrió, empezando a agitar el brazo de Jisung con suavidad.

- Hanji, la comida está lista.- murmuró, acariciando también su espalda.- Amor, se va a enfriar como no vayamos ya.

- Hmm...- el menor se dió la vuelta sobre él, escondiendo su rostro en su pecho.- Un poquito más.

El sonido de la risa de Minho inundó el lugar, haciendo que Han sonriera en sueños por ello.

- No me queda más opción.

Con cuidado de no hacerle daño, se quitó a Jisung de encima, dejándolo sobre la hamaca para después tomarlo en brazos.

- ¡Lee!- gritó, asustado por el repentino cambio de lugar.- ¡No soy un saco de patatas, puedo andar solo!

- ¿Sí? Pues ya no, vamos.- ignorando las quejas del menor, entraron así a casa, y no bajó al contrario hasta que llegaron a la mesa y lo dejó en su asiento.

- ¿Vais a pasar vuestra luna de miel aquí o qué? Que corra el aire.- comentó Felix, mirándoles a ambos con una sonrisa.

Estaban reunidos los ocho en una de las casas de verano de Minho, quién había cogido las llaves de sus padres y les había propuesto a sus amigos irse unos días de vacaciones para celebrar su graduación. Eran ocho ya que Felix pidió invitar a su novio para que se conozcan, y al final se terminaron llevando bien durante el viaje, por lo que era ya uno más del grupo. Yo ahí estaban, deseando disfrutar una comida preparada por Hyunjin.

- El especial de la casa.- habló el cocinero, entrando con una bandeja donde iba el plato principal.

- Amor, tú lo haces todo bien.- halagó Seungmin, entrando tras él con los cubiertos.- ¿No es así, Innie?

- Está delicioso.

- Hemos perdido a Jeongin, Sung.- dijo dramáticamente Chan, viendo como esos tres coqueteaban descaradamente frente a ellos todo el día.

- Lo dices porque estás solo.

- Mentira, estoy feliz y acompañado por unos maravillosos amigos como lo sois vosotros.

- Ya, ya, que la edad te afecta.- Changbin, quien hasta ese momento estuvo callado, cortó la conversación, hambriento al igual que los demás.- Y bien, ¿qué nos has preparado, Hyunjin?

- Un plato lleno de amor.

- El amor no alimenta, así que espero que esté bueno.

Minho los observaba desde el extremo de la mesa, con una de sus manos entre las de Jisung, quien había desarrollado la costumbre de jugar con las manos del mayor donde sea que estuviesen. Hace un año, si le hubieran dicho que tendría tantos amigos y un novio espectacular, se habría reído. En esos momentos Minho solo tenía a Hyunjin, y a veces temía que el menor también lo dejara solo.

Giró su cabeza, mirando a Jisung haciendo formas con su mano. Cerró su mano alrededor de una de las del menor, llamando su atención.

- Hannie, tengo que decirte algo.

- ¿Sí?- Jisung lo miraba con un brillo en los ojos, un brillo que le aseguraba que lo suyo no era un amorío adolescente, si no que iría para más.

- Te amo.

El menor esbozó una sonrisa, escondiendo su rostro en la curvatura entre el cuello y el hombro del contrario, depositando besos en la zona.

- Minho, tengo que decirte algo.- se separó un poco del cuello del mayor, haciendo que sus rostros estuviesen uno frente al otro.

- ¿Sí?

- También te amo.- murmuró, uniendo sus labios una vez más en el día.

En esos momentos se perdían el uno en el otro, no hacía falta explicar el cómo. Solo eran ellos dos, eliminando todo lo que había a su alrededor para enfocarse en lo que había entre ellos: un amor sincero. Jisung solo buscaba amar y ser amado por Minho, y Minho buscaba exactamente lo mismo. Nunca se celaban, ya que confiaban completamente en el otro. No sólo eran pareja, si no también mejores amigos que se apoyarían no importa qué.

Jisung podía ver universos en los ojos de Minho, mientras que el contrario veía el universo en él.

Su lugar seguro estaba allí, ellos más sus mejores amigos, quienes se volvieron todos un grupo enseguida, dándoles su apoyo incondicional.

Ya no tendrían que esperar a tomar el bus después de clase para verse, tampoco estar pensando en si se encontrarían en algún lugar. Estaban en un momento de su relación en que ya no necesitaban un lugar, con que estuvieran juntos todo estaba bien.

Ya no necesitarían la parada 4419 para nada, pero siempre sería un lugar importante para ellos, ya que comenzó todo.

FIN