Era un día soleado en la ciudad de Floridablanca, se escuchaba con claridad a las cigarras cantar y se podía ver a los niños jugar por las calles y parques.
Y hablando de parques y niños, en el parque triángulo se encontraban cuatro amigos, uno de ellos sacó una caja de madera con una tapa de vidrio y en el interior se podían observar insectos raros.
—¡Miren esto!
—¡Vaya, son increíbles!
—¿¡Los has capturado tú solo?!
—¿Verdad que son geniales? Hay un bosque detrás de la casa donde vamos de vacaciones. —dijo Eduardo. —Hay cientos de bichos allí, en serio. Siempre encuentro alguno raro.
—Pero yo los he capturado casi todos, Dudu es un miedoso. Oye Nate, ¿has capturado bichos para el trabajo de verano?
—Sí, pero me está costando un poco encontrar la motivación, la verdad...
—No has empezado, ¿verdad? Apuesto a que no tienes ni un solo bicho. Terminarás quitándole las patas a una araña para que parezca un bicho raro. —empezó a reírse junto con Eduardo.
—Déjalo en paz, Oso. Nathan va a su ritmo. Punto. —dijo Katie defendiéndolo.
—¡Eso es! ¡Además, ya he atrapado varios bichos! ¡De hecho, tengo un montón!
—Muy bien, pues demuéstralo.
—¿Dónde está ese montón de bichos que has capturado?
—¡Bueno, no los llevo encima! ¡Si los tuviera aquí se los enseñaría, obvio!
—¿En serio? Tráelos la próxima vez, me encantaría ver tu colección de moscas.
—Avísanos cuando puedas enseñarnos tu "colección", Nate.
Cuando Oso y Eduardo se fueron del parque Nathan decidió también irse no sin antes despedirse de Katie, fue corriendo a su casa, pero no notó que cierta persona lo estaba observando de lejos.
—¡Mamá! ¡Ya estoy en casa! —dijo una vez ya adentro de la casa para después correr hacia su habitación. —¡Ya van a ver esos dos! ¡Voy a capturar un montón de bichos superraros! —tomó la red para irse nuevamente, pero se detiene. —Pero... ¿Dónde voy a encontrar bichos raros? Veamos... Quizás podría volver al parque a mirar. ¡Sí! ¡Ahí tiene que haber muchísimos!
Ahora sí, Nate salió de su cuarto y bajó las escaleras, cuando estaba a punto de abrir la puerta su madre le preguntó a dónde iba con tanta prisa por lo que el menor le dijo que iba al parque para capturar algunos insectos, la contraria dejó que se fuera con la condición de que no llegara tarde a casa.
Después de la condición y una vez afuera de la casa se dirigió al parque triángulo, que no estaba tan lejos, por cierto. Cuando llegó pensó que su amigo Eduardo también pudo haber capturado los bichos en el parque por lo que sus esperanzas de encontrar uno raro aumentaron. El primer árbol examinado pudo ver que estaba una cigarra verde por lo que esperó el momento perfecto para capturarlo con la red, en los otros dos árboles restantes encontró más cigarras, pero ningún insecto raro.
—Genial, creo que tengo todo lo que necesito. Ya he capturado varios bichos... Pero ninguno era raro.
Repentinamente una de las cigarras capturadas empezó a brillar así llamando la total atención de Nate.
—¡¿Acaba de brillar esa cigarra?! ¡Grandioso! Bueno, a ver... Si yo fuera uno de esos bichos raros, ¿dónde me escondería? —piensa un poco. —¡Ya sé quién me puede ayudar! ¡El bedel de la escuela no para de hablar de su colección de insectos! ¡Le preguntaré a él!
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En Aquel Verano 🕑Yo-kai Watch (Nathan x Lectora)
Ficção CientíficaNathan Adams, un chico común... ¿A quién engaño? Para parecer alguien común, en realidad no lo es, y si no me creen. ¿Tener amigos Yo-kai es algo común?... Sólo les diré que Nate no hubiera sabido de su existencia y nunca los hubiera conocido sin l...