Ligero Error [Drarry]

1.pequeño error

Una mañana de diciembre nevaba sin cesar. El ambiente era frío pero acogedor en la Malfoy Manor.

-Madre, podemos salir al parque un rato. ¿Por favor?

Dijo un pequeño niño Rubio de ojos color plata quien en ese entonces se encontraba con unas vacaciones permitidas por Hogwarts debido al incesante frío.

-Esta bien, pero más luego. Ahora está nevando mucho.

-Claro madre.

Pasadas unas horas fueron al parque como lo prometieron. Ahí se encontraron con los señores Parkinson y Zabini. Quienes venían acompañados de sus hijos.

-Draco, ve a jugar con tus amigos.

Anuncio la rubia con un gran sonrisa.

-Vamos, Pansy y Blaise.

Dijo el Rubio para retirarse junto a sus amigos.

-¿Y que tal Draco? ¿Como pasas tus vacaciones?

Dijo Pansy.

-Estoy muy aburrido. Solo puedo salir a ve-

Se detuvo al escuchar una risa conocida. Al caminar un poco más con sus "secuaces" se dio cuenta de a quien le pertenecía esa tierna risa.

Era Harry Potter, quien no se encontraba solo. Pues estaba con la pequeña Granger y Ron Weasley.

-Miren quienes están aquí. Vamos a fastidiarlos un poco.

Dijo de manera infantil el pequeño ojiplata.

-¿Que tal si jugamos con ellos?

Agregó Blaise.

-No suena mal.

-Por favor Parkinson, es lógico que no aceptaran.

Hizo una pequeña mueca.

-No perdemos nada
Agrego el moreno con diversión.

-¿Acaso tienes miedo?

¿Miedo? Esa palabra no existía en el vocabulario de un Malfoy. Al menos no frente a todos.

-Esta bien, pero esto es ridículo.

Caminaron un poco hasta llegar frente a ellos.

-Oye, Potter.

El niño de cabello azabache se percató de su presencia y sus mejillas adaptaron un leve color carmín.

-¿Que quieres, Malfoy?

-¿No podemos jugar con ustedes?
El pequeño niño lo vio con una sonrisa. Luego levanto su mirada y con sus bellos ojos color esmeralda lo vio y aunque estaba a punto de responder lo interrumpieron.

-Alejate Malfoy. Eres un fastidio.

Dijo un singular "pelo de zanahoria" con pequitas, como si de estrellas se tratará.

-No te preguntaba a ti, Weasley.

Pronunció con asco el rubio. Esa acción hizo que el azabache quité sus ganas de decirle que si quería jugar con el.
Y dijo lo primero que se le ocurrió.

-No queremos jugar con ustedes, Malfoy. Eres muy creído y un engreído.

El pequeño Malfoy se sintió mal por palabras como esas, pero no lo mostraría, y se retiró dándole la espalda.

-Vámonos muchachos. No vale la pena.

Los tres niños se retiraron y jugaron entre ellos hasta que sus padres los llamaron.

El menor de los Malfoy llegó a casa y lo primero que hizo fue llorar un poco.

Su madre limpiaba la nieve que se encontraba en su abrigo para así llamar a su elfina y pedir que haga un poco de té.

Luego se sentó en una silla mecedora, luego vio como si pequeño y adorado rubio empezó a lagrimear y lo llamo para que fuera a su lado.

-¿Que sucede pequeño?

Dijo de manera suave y delicada para que se sintiera bien.

-¿Mami, por que el me odia?

Dijo con unas pequeñas lágrimas que se deslizaban por sus mejillas que adaptaron un color carmín. Su madre enternecida tomó su mejilla de manera delicada y alzó un poco su rostro.

-¿Por que lo dices Draco?

-El dice que soy muy creído y engreído. Por eso no quiere jugar conmigo.

-Oh cariño. El dice eso por que le gustas.

Dijo su madre de manera inconciente y para que se sienta mejor. Cerro sus ojos y lo vio con una gran sonrisa. Su hijo al principio abrió sus ojos muy grande. Pero luego se le formo una muy grande sonrisa. Le limpio las lágrimas y emocionado exclamó.

-Mami, ¡Le gusto a Harry Potter!

Su madre se dio cuenta de su error rápidamente y lo vio un poco asustada pero tratando de sostener su calidad sonrisa.

-¿Hablabas de el niño Potter?

-¡Si!
Exclamó feliz.

Oh no, este era un grave problema para la señora Malfoy.

Y hasta aquí. Honestamente me dio ternura escribir este capítulo. Espero que les guste. Pronto habrá nuevo capítulo nwn