16

1.4K 152 49
                                    




actualizar cada mes es mi pasión




...

—¡Ya te dije que a espadazos no hay embarazo!

—¿!Qué?! ¡No! Bueno si ¡Pero no!


Lucas había desarrollado una pequeña obsesión por Jungwoo. Pequeñita. Y es que el día de la fiesta habían pasado... muchas cosas, la mayoría fueron obras del alcohol, pero el más alto pensaba que estaban destinados, pues a ambos les gustaba la pizza con piña. Sip, solo eso hacía falta para que Lucas pensara que era su media naranja.


—¡Mi amor no corras! — y así empezó una persecución por "el amor de su vida".


—Y ese que le picó.— murmuró Sungchan, que caminaba con sus primos a la clase de educación física. Era su primer día en esa escuela y ya había visto de todo, no pregunten por favor, creo que quedo traumado.


—Ignóralo, es medio rarito.— le contesto Renjun. Cuando apenas llegaban a la entrada del gimnasio se encontraron con sus peores enemigos...


—¡Ratita! Que milagro.— sonrio de lado Haechan.— Nana~ no quiero compartir clase con estos.


—¿Aahh? Haechanitaaa~ No les hagas caso, aparte recuerda quien es el maestro de esta clase.— Jaemin lo miro alzando las cejas repetidamente, su hermano lo miro con una sonrisa cómplice y entraron al gimnasio corriendo.


—Me cagan me cagan me cagan me cagan me cagan.— empezo Jeno mientras entraban.— Ojalá les caiga un balón en la jeta.

—¡Escuchen! ¡Hagan dos equipos, rápido! —gritó Kai, el encargado de dar la clase, después de unos segundos ya estaban hechos los equipos.— Muy bien. Jugaremos quemados.— dijo mientras ponía los balones en medio de la cancha.— Cuando suene el silbato van a correr por un balón, tienen que darle a alguien del otro equipo con este para sacarlos del juego, el último que quede gana, ¿entendido?

Recibió un "Sí~" por parte de todos, y es que el maestro está más bueno que el pan.


Y así sonó el silbato, empezando una mini guerra.












Pero antes de ver la 3ra guerra mundial, vamos a ver qué está pasando con los viejo- digo con los hermanos mayores.







¡Hanso- -



Yuta no pudo ni terminar lo que iba a decir porque unos labios lo interrumpieron.

—Espera~.—río Yuta.— Si seguimos aquí mis hermanos nos encontrarán, y enserio que no quiero dar explicaciones ahora.— murmuro mientras enrollaba sus brazos en el cuello del más alto.



Ellos no van a dar explicaciones pero yo soy amable y les explico a ustedes. Después de la fiesta, en la cual estuvieron pegados tal chicle y escritorio de escuela, se dieron cuenta de que... de hecho no se dieron cuenta de nada, solo les gusto besuquearse hasta quedarse sin baba.


iu.



—Se que tienes razón pero- —. Callo pues alguien estaba pasando por ahí. Cabe de destacar que estaban detrás de la biblioteca, por lo que que alguien pasara por ahí era muy raro.— ¿Qué quieres?



—N-Nada solo- -



—Largo.— gruñeron ambos y el pobre salió corriendo.— Como decía...— sonrió Hansol envolviendo sus brazos en la cintura del contrario.— Tienes razón, pero eso no evita que seas adicti- -



A Vecinear Donde viven las historias. Descúbrelo ahora