A Vecinear

3

—Buenos días, buenas tardes, buenas nachas... espera así no era...—

—Ay Jaemin.—Haechan le dio un zape en la nuca.— Ya la cagotiaste. Discúlpenos.—Y cerró la puerta que había sido abierta por sus vecinos unos segundos atrás.— Inhala. Exhala. Que esas dos neuronas que te cargas sirvan de algo. Prosigamos.—Y tocó la puerta por segunda vez siendo abierta por caras muy pero muy confundidas.

—Bueno em... Buenos días, buenas noches, buenas tardes, buenas las tienes... espera así tampoco era...

—Confirmamos que no tiene neuronas.

—Confirmamos sargento pollo.

—Gracias por su confirmación sargento manotas.

—Que pinche pena tenerlos de hermanos neta ahora si neta.—murmuró Yuta empujando a sus hermanos para llegar a la puerta.— Mmta madre donde esta el papucho que vi hace rato...—dijo importándole 3 kilos de cacahuate que esa no era su casa pasando junto al chico que había abierto la puerta desgraciadamente.

—¿Mi casa tu casa? —murmuró un confundido Chenle.

—Ya rugiste. ¡Abortos fallidos! ¡Ya nos dejaron entrar!

—Espera cuantos so- -

Así fue como nuestro bonito Chenle fue aplastado por una oleada de vecinos.

F por Chenle.

—¿Tas bien?—le pregunto un chico de cabello verde mientras lo ayudaba a levantarse.— Lo siento, mis hermanos son un poquito, muy, subnormales...

—No tu, ¿enserio?

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a ella le gusta la gasolina