Capítulo 7

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Nos adentramos al bar, estaba tan lleno que apenas podía respirar.

La banda que tocaba era distinta a "Silence Lake" esta era un poco mas tranquila, y se llamaba "Dead Stella" su nombre era algo rudo para una banda que tocaba canciones tranquilas.

Todos bailaban, o mas bien hacían el intento de bailar...parecían mas bien drogados.

Nos sentamos en una mesa situada a los lados de la barra. Jimy llego con tres cervezas, y se sentó a lado de Maya.

Decidí no hablarles acerca de lo que papá dijo, no quería recordar aquello otra vez. Así que ellos hablaron acerca de los exámenes de la próxima semana.

Pero después de unas horas, ya nadie hablaba con nadie, ya que Maya y Jimy en vez de hablar, comenzaron a besarse.

Y hay estaba yo, sentada en una silla, con mi celular en la mano intentando parecer que tenía algo mucho mejor que hacer con mi teléfono celular, pero la verdad es que solo estaba disimulando parecer distraída.

- No Rey, quedate, no te vayas - Maya estaba haciendo pucheros y suplicandome que no me fuera. Pero ya estaba cansada y solo quería ir a casa a dormir.

- Rey por favor quedate, te prometo que te llevare a tu casa - me suplica Jimy.

- Chicos en verdad quisiera quedarme pero... - hago una mueca de disgusto, dios ya quiero largarme de aqui!! - estoy cansada y quiero ir a dormir.

Maya y Jimy se lanzaron una mirada el uno al otro.

- Esta bien Rey, te vemos mañana en la escuela, de acuerdo? - me dice Jimy y yo asiento, les doy un fuerte abrazo a los dos y salgo del bar.

Camino por toda la calle, ya esta oscuro y se supone que debería tener miedo por estar sola, en una calle desierta a las 11:50 de la noche.

- Hey!! - escuche que alguien gritaba a mis espalda, me di la vuelta y hay estaba...Erick.

Le sonrei y el camino hacia a mi.

- Acaso me estas acosando? - le pregunto con una sonrisa burlona.

- Si claro! Me encanta acosarte - sonríe de oreja a oreja y puedo ver sus hoyuelos marcarse en sus mejillas.

- Ja! Llamare a la policía - le digo en forma de juego, y el comienza a reírse.

- Te gustaría ir a caminar? - el ladea su cabeza y me regala una hermosa sonrisa que además de mostrar sus hoyuelos, muestra sus blancos dientes.

- Tu siempre quieres ir a caminar - le digo con una sonrisa burlona.

- Oh vamos Rey

- De acuerdo

Caminamos hasta llegar a el mirador "Amadeus" que se situaba en una de las colinas mas altas de San Francisco.

La vista era realmente hermosa.

- Oh! Pero que hermosa vista - digo maravillada al ver toda la ciudad iluminada por pequeñas luces provenientes de casas y edificios en las esquinas de las calles.

- Si, aquí vengo cuando quiero estar solo - el esta apollado sobre un poste de luz, la única luz que nos ilumina - se podría decir que es mi "lugar especial"

Lo volteo a ver y le sonrió.

- Pues es en verdad un lugar muy especial - el se acerca a mi y sin querer toma mi mano. Me sonrojo y siento que mis mejillas se ponen rojas.

Entrelaza sus dedos con los mios y trago saliva, mi respiración comienza a acelerarse, y el lo sabe, sabe que me estoy poniendo muy nerviosa.

El se acerca mucho a mi.

- Sabes porque te traje aqui Rey? - me susurra en el oído y puedo sentir su cálido aliento rosar en mi piel.

Yo digo que no con la cabeza, comienzo a morder mi labio, y en ese momento siento la necesidad de besarlo, y se que el también lo quiere.

Levanto la cabeza y puedo apreciar con mas detalle sus ojos verdes, el se acerca muy lentamente a mi.

Nuestras bocas están a unos centímetros, y yo estoy inmóvil. Pero al parecer a el eso le da luz verde, porque de repente nuestras bocas están unidas, sus labios son tan suaves, y calidos.

El me besa con tanta dulzura, y yo comienzo a mover mis labios contra los suyos. Nuestros besos pasan de ser dulces, a ser fuertes incluso algo agresivos y llenos de pasión, abro un poco mas la boca y dejo que su lengua tenga acceso a la mía.

Siento como su mano me agarra de la cintura y me preciona contra sus brazos fuertes y yo me aferro a su cuello.

Nos separamos para poder respirar, nuestros ojos suplican mas y nuestras respiraciones son entrecortadas.

- Creo que me estoy enamorando de ti, Lorraine Dobrev - y eso basto para que nuestras bocas volvieran a unirse, pero esta vez por mas tiempo.

Stay With MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora