Mis últimos mensajes...

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-¡No!¡No!¡Raul No!-

-No me comprendes-
-No lo hagas te lo pido-

-Siempre ame a Sofia

-No me hagas esto ¡No!-

-Es tu culpa-

-Ya no eres nadie-

-Hija tu culpa no es-

-No reacciona-

....

-Eres culpable-

-El sigue vivo-

(Un pitido agudo largo y corto viene y va en mi oído)

-Entonces por eso preferí aguantarme las ganas de llorar- Culminó su historia una señora de 45 años

Me comienzo a sentir mareada, todo lo veo nublado

¿Mi cuerpo? ya no tengo control sobre el...

Veo como la señora me sonríe y sale de la oficina

Me levanto de mi silla, todo da vueltas y comienzo a escuchar por todas partes voces

-Es tu culpa- Gritan con desprecio

-Tu error fue amarlo- Escuchaba una voz conocida para mí

-Mira lo que lograste-Seguia gritando una voz

Todo entra en un silencio absoluto hasta que oigo esa voz

-Me duele mucho que no me comprendas-

-Fue con un bisturí-

-Jamas te dejare-

-Siempre estaré en tu vida así tú no lo desees-

Comienzo a ver borroso

Con todas mis fuerzas trato de caminar a un cajón donde están mis pastillas

Pero ya era muy tarde, me conseguía sin poder respirar, sin poder ver

Hasta que dejó de sentir todo eso, para sentirme en un estado de paz

Pero todo eso cambio al escuchar dos voces

-¿Me escuchas?- Era como un susurro delicado

-¡Trae agua!- Está misma gritaba con desespero

Comencé a sentir un líquido muy frio en mis piernas y cuello, el cual también tomo paso a mis piernas y sentí todo mi cuerpo temblar de frío y miedo. Al cerrar la boca sentí como está era dirigida a mi nariz la cual ardía.

¿Por qué sigues retumbando en mi mente Raúl?
¿Por qué sigues aquí?

Pensé que mi realidad, mi tiempo y sobre todo el espacio no sería tan difícil asumirlo después de este ataque, pero si que me equivoqué...

Y lo único en que me concentro es en la mujer pálida que se encuentra a mi lado.

-Katherin- Susurró

Sentir sus abrazos cálidos rodearme por completo mi cintura, es uno de los sentimientos de calma en mi interior.

-Tienes que dormir vamos-

Dicha chica toma la fuerza necesaria para levantarme del suelo, para tomar rumbo a mi habitación, podía sentir como iba a caerme pero ella no desistía en dejarme ir, lo cual se que fue muy tortuoso para ella ese camino a mi habitación.
Cerré mis ojos

EL Mundo Según JuliethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora