|| EP. 04 «Feliz de tenerlo juntos» ||

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“De vendimia a Navidad, todo es coser y cantar.”

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DIA DE MARTIN LUTHER KING JR. 2020
Su barriga empezaba a notarse ya, sabía que algún día iba a pasar pero era raro pasar de lo psicológico, de saber que estaba embarazada a actualmente notar a un ser vivo dentro de su cuerpo, desarrollándose y creciendo.

“¿Estás bien?” le preguntó Arya, quien se había asentado en su casa. Ya parecía que vivía con ellas. Brienne casi lo agradecía porque toda la ayuda física como mental era bienvenida.

Jaime se había hecho responsable de su embarazo pero solo de eso. Siendo honesta consigo misma Brienne ya sabía que eso iba a pasar. Sabía que él había madurado pero no iba a dejar a su pareja de cinco años de relación por ella. Qué se hiciera cargo de su hijo o hija ya le hacia feliz, que creciera con su padre y lo conociera.

De eso intentaba convencerse, pero su corazón aún estaba recuperándose de la nochevieja donde se lo había dicho.

“¿Qué? Eso no puede ser posible.” fue las primeras palabras que le había soltado después de haberse quedado mudo por diez minutos.

“Ojalá no te estuviese diciendo esto pero si, es tuyo. Ni yo, ni tú podemos cambiarlo.”

“Te acabo de decir que pienso pedirle la mano a mi novia, ¿por qué no me lo has dicho antes?”

“Esto no afecta a tu vida, puedes casarte con quien quieras.”

“Eso no es lo que pensara ella.”

Vio como se sentaba en una silla para tomar aire.

Brienne sabía que esa noticia no era fácil de tomar, ella había dudado al principio, asustada del propio preciptor. Pero aún así le dolía ver qué ni siquiera se le hubiera pasado por la cabeza que podía pasar después de aquella noche juntos.

Con todo su alma intentaba olvidar aquella noche, por el bien de la amistad que aún quedaba entre ambos. Al menos tenía el apoyo de Sansa, Arya y sorprendentemente el de Gendry quien se había enfadado por ser el último en enterarse.

“¿Qué estáis embarazados?” preguntó a lo que todo el grupo de amigos asintió la cabeza. “¿Cómo soy el último en enterarme?”

Al igual que su enfado había venido se había ido con Arya dándole un beso. Estos dos se habían vuelto más cercanos después de nochevieja, según Arya había hablado con el toda la noche y lo veía de otra forma pero no le había dicho nada de que fueran pareja.

“¿Tienes algún antojo?” Arya le preguntó y ella negó. “Hoy festivo nos vas a tener a todos aquí, así que no te preocupes. Si alguien dice algo fuera de lugar le rompemos los dientes.” Brienne sabía a quien se refería perfectamente.

“Si, ya todos sabemos de quién hablas. Por cierto, ¿sabéis algo de él?” Sansa se sentó junto a ellas.

“¿No iba a pedirle matrimonio a Margy?” Arya se abrazó a Brienne. La más pequeña de los Stark estaba muy protectiva con ella, según ella misma querría al bebé como si fuera su tía así que no podía dejar que le pasará nada.

Cada vez que se hablaba de Jaime, ella le acariciaba la mano o la abrazaba y Brienne le agradecía que la viera como una hermana también pero no quería hacerlas preocupar por aquello.

“Tyrion no lo ha visto en toda la noche.”

Brienne y Arya la miraron haciendo sonrojar a Sansa.

“Eso lo sabes porque has estado toda la noche con él.” Arya no perdió la oportunidad de molestar a su hermana.

No sorprendió a ninguna el hecho de que pasara la noche con su novia después de pedirle la mano. A Brienne ya no le dolía como antes, su amistad era más fuerte y quería verlo feliz. Eso intentaba convencerse, intentaba apagar su lado egoísta y celoso donde verlo con otra le rompía el corazón. Otra que era su novia, ella era la otra con la que se había acostado una noche. Cosa que sorprendentemente le había perdonado a Jaime. Debía quererlo mucho.

Aquella noche de Martin Luther King las tres se tumbaron en el sofá a ver películas de dibujitos y a comer chocolate. Así se durmieron abrazándose las tres.

Brienne no supo en qué momento se despertó por el ruido del rellano. Alguien se había caído y había hecho un ruido horroroso. Así que se levantó despacio y salió para ayudar a la persona que no fue otra nada más que el hombre con el que estaba soñando.

“Jaime, ¿estás bien?” intentó ayudarlo a levantarse pero él la apartó con una mano riéndose.

“Si, si. Solo me he mareado.” casi no le comprendía.

“¿Estás borracho?” se agachó frente a él.

“No, no.” intentó levantar la mirada hacia ella pero movió la cabeza golpeándose con la pared. “Bueno, puede ser que un poquito.”

“Ven, necesitas algo de agua y luego a la cama.” con esfuerzo logró levantarlo, no porque pesara mucho sino porque él no se lo ponía fácil con su risa y su balanceo borracho.

Una vez en el baño lo metió bajo el agua fría aún vestido, cosa de la que él se quejó pero ella lo mantuvo allí hasta que lo vio algo más espabilado.

“¿Por qué vienes así? ¿Algo que celebrar?” él rió aún más fuerte y ella intentó callarlo. “Shh, Tyrion estará durmiendo.”

“O follandose a Sansa.”

Brienne lo ignoró y lo agarró del brazo para llevarlo a la cama.

“¿Puedes desnudarte?”

El no dejaba de reírse y es la ponía nerviosa.

“¿Quieres repetir?” ni siquiera le contestó y él ya se estaba desnudando.

Una vez lo metió en la cama y lo tapó con su corcha, suspiró aliviada saliendo de la habitación.

“Brienne.” la llamó aún desde la cama. “Quiero que sepas que quiero a ese niño, o niña. Qué soy feliz de tenerlo contigo. ¿Qué es mejor que tener un hijo con la mujer que es tu mejor amiga y...”

No se había atrevido a girarse pero cuando sus palabras quedaron en el aire, se giró para mirarlo. Se había dormido mitad de su discurso.

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