𝐁𝐎𝐘𝐒 𝐃𝐎𝐍'𝐓 𝐂𝐑𝐘,⠀⠀yooseven.

𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐃𝐎𝐒

La tenue luz del día logró hacer despertar finalmente a Yoosung, quien, de mala gana, se vistió para ir a la universidad.

El cielo estaba claro, había muchas nubes celestes rodeándolo, que parecían como algodón de azúcar. Pero los días para Yoosung eran siempre malos, sin importar cuan soleados o brillantes fueran.

Aquel sentimiento presente de vacío en su corazón siempre estaba, el cuál intentaba llenar con sus videojuegos. Sí, él se divertía, por eso no despegaba su concentrada mirada de la computadora en todo el día por ello, pero al final siempre volvía a lo mismo.

Extrañaba muchísimo a su prima. Su vida entera rondaba a ella, había aprendido millones de cosas gracias a Rika, y se había comenzado a interesar en hacer acciones buenas para los demás. Los días eran cada vez más desolados, sin su brillante sonrisa a su lado apoyándolo.

Las clases tampoco iban muy bien, su concentración había disminuído de manera desorbitante, junto con su interés. Todo se había ido a la mierda: su vida social -casi nula-, sus estudios, sus propósitos y su propia felicidad.

No se sentía bien. Levantarse cada día sin un propósito por el cuál vivir era agotador. Yoosung parecía un cadáver muerto, el cual su corazón ya no bombeaba ni servía para mucho. Estaba hueco.

Was it something I said to make you feel like you're a burden?
Oh, and if I could take it all back
I swear that I would pull you from the tide

Luciel se sentía especialmente mal aquel día. Sus ojos no paraban de soltar lágrimas cristalinas, sin importar cuantas veces se echara agua en la cara para despejarse.

En aquellos días, donde anhelaba la presencia de su gemelo, la única cosa que lo detenía de correr a pedirle a Jihyun que le dejara ver a Saeran era recordar sus circunstancias: su trabajo era básicamente una mierda y su vida peligraba los 365 días del año. ¿Qué podría él darle a su hermano? Al menos a donde estaba ahora esperaba que estuviera sonriendo.

La voz de Vanderwood resonó por la entrada, avisándole a Luciel que ya había llegado. Lo primero que hizo fue cuestionarle el desastre que habia en el suelo apenas pisó la casa.

Las bolsas de Honey Buddha, las latas de Dr. Pepper y, en varias ocasiones, migas estaban desparramadas por todo el piso de su vivienda. Luciel básicamente vivía en el desastre.

── Seven, ¿cómo hacés para vivir en este quilombo? Me harté de limpiar algo que ni siquiera dura limpio dos días.
Espero que ya hayas empezado a hacer todo lo que te falta de la agencia... ──Bla, bla, bla.

Luciel no estaba escuchando. Tomó asiento en su silla, ubicada frente a la computadora, y abrió una bolsa nueva de HB chips. Agarró su teléfono y entró al chat, para ver quién estaba.

Su mirada se posó en un rostro bastante familiar. Yoosung estaba en el chat.

707 ha entrado al chat.

707
Whoot whoot!
Hola, lindo Yoosung.
¿Me extrañabas?

Yoosung★
¡Seven!
Buenos días.

707
¿Estás yendo a la uni?

Yoosung★
Sí, tengo mucho sueño...
No dormí mucho anoche.

707
¿Otra vez te quedaste hasta
tan tarde jugando...? Jajaja.
La verdad tampoco he dormido
muy bien estos días...