I think you should talk to her

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Había pasado una semana desde la propuesta de Gwilym, y la situación en el instituto se había vuelto insoportable para Jones, ya que nadie dejaba de hablar de la perfectamente tierna pareja que hacían Gwilym Lee y Joe Mazzello. Se daban pequeños besos en el pasillo, andaban juntos de la mano, se abrazaban y hacían otras cosas que las parejas hacían, aunque Joe sabía que no eran nada más que buenos amigos y que su corazón en realidad le pertenecía a determinado lobo solitario. A Ben le disgustaba verlos besándose y estando pegados el uno al otro todo el tiempo, pero comprendía que el haría lo mismo si Joe le concediera el honor de ser su pareja al baile.

Por otro lado había otro joven que, a diferencia de Ben, se sentía muy afortunado y bien consigo mismo; después de su discusión interna por dos chicas que le gustaban, decidió hablar con Laura Dreyfuss y resolver sus conflictos internos ese día.

-Keery, ¿Qué te trae por mi casillero? –Pregunto la rubia mientras se aplicaba un lápiz labial carmesí-

-Quisiera saber por qué dejaste de ser mejor amiga de Joe y te fuiste con el grupo de Julia –dijo sin dar muchos rodeos, lo que sorprendió a su antigua amiga y a el mismo -¿Sabes cuánto le dolió a Joe y Gisselle que no estés junto a ellos en el velorio de su madre? –Pregunto con una mueca de disgusto y en ese instante que defendía a sus amigos y tenía asco de las actitudes de Dreyfuss, se dio cuenta que su corazón solo le pertenecía a una rubia de corto cabello-

-No estoy en el grupo de Schlaepfer, Jossie –dijo cerrando el casillero con fuerza después de unos segundos, no entendía como el castaño la conocía tan poco como para creer que ella traiciono a Mazzello –Quiero destruir a Schlaepfer y su estupidez, al menos cuando Emma estaba al mando, alguien sabia defenderse de los pequeños y destructores ataques de Joe –comento enfrentándose al castaño con una sonrisa capaz de conquistar a cualquiera –Y sobre Joe, nunca quise dejar de ser su mejor amiga, pero me tenía que alejar de ti –dijo con toda sinceridad, pues era cierto que Joseph estaba enamorado de Lucy, pero solo necesitaba sacar a Laura de la escena por un tiempo –Espero que ya hayas comprendido quien te gusta en realidad –comento con una sonrisa, si no lo hubiese hecho, no estaría enfrentándola

-Como sea –concluyo Joseph –Solo, intenta llevar ese plan de destrucción a cabo ¿Puedes? –Rogo con ternura y la última pizca de amor que sentía por Dreyfuss –Hazlo por Joe si todavía sientes algo de aprecio por el –pidió y se dio vuelta para retirarse, pero fue interrumpido

-¿Por qué? –pregunto con sus brazos cruzados, escarbando por más información para continuar con su plan maestro

-Porque es su actual enemiga –dijo Keery obvio dándose la vuelta y acercándose a la rubia, aunque sabía que no iba a salir de esa situación sin darle la información completa a la chica

-Hay otro motivo, dímelo –comandó Laura acercándose más, había visto a Joe hacer cosas de ese estilo miles de veces y ya había aprendido a manejarlas ella misma-

-Solo hazlo –ordeno con recelo, era claro como el agua que estaba guardando un secreto, Joseph Keery nunca había podido mantener secretos y todos lo sabían-

-No lo hare si no lo dices –amenazo con una expresión divertida. Era muy obvio porque Joseph Keery, una de las personas más buenas de este mundo, quería arruinar a Julia Schlaepfer; si el novio de la odiada había robado el corazón de su mejor amigo

Joseph se acercó al oído de Laura –Creo que conoces muy bien los sentimientos de Joe hacia cierto lobo solitario ¿cierto?- susurro convincente usando el apodo, y la animadora asintió con una sonrisa triunfante, eso era lo único que necesitaba escuchar de los labios de Keery-

Joseph se alejó de Laura y se dio vuelta para seguir su camino, su camino hacia el corazón de Lucy Boynton.

Joe charlaba tranquilamente con Gisselle y Dacre, mientras el rubio abrazaba ligeramente la cintura de la castaña con uno de sus brazos. Joe solia sentir un poco de envidia de lo preciosa y real que se veía esa pareja, pero cada vez que Gwilym lo besaba, lo tomaba de la mano o lo abrazaba desprevenido, sentía que esa envidia se iba; pero algo todavía faltaba.

RUMORS [HARDZZELLO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora