It's Coronation Time

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El tan esperado día había llegado, el baile de invierno era ese 17 de Noviembre, y ese era el día en el que un pelirrojo se despertaba entre sabanas junto a un rubio luego de una noche en la que se la pasaron hablando de lo primero que se les pasaba por su mente, desde series hasta política; y solo se quedaron dormidos alrededor de las tres de la mañana.

-Ugh, ¿Qué día es hoy? –pregunto un Joe adormilado, sacudiendo a Ben para que despierte de una maldita vez-

-Sábado –respondió Ben observando la pantalla de su celular, al menos eso era lo que lograba ver con la vista borrosa, todavía no se había despertado del todo-

-Numero –pidió Mazzello sentándose en el borde de la cama mientras tallaba sus ojos-

-Diecisiete de Noviembre –replico el rubio refregándose los ojos-

-¿Qué? Hoy es el maldito baile de invierno –comento Joe con prisa, mientras encontraba su abrigo que había dejado el día anterior en algún lado-

-¿Y? –Consulto Ben sentándose en la cama como un niño pequeño-

-Oh mierda, son las 11 de la mañana –insulto Joe sin responder a su pregunta –Ayer te dije que prendieras la alarma imbécil –dijo hacia Ben, y le pego un zape-

-Pues, no te entendí muy bien mientras te quejabas de lo insuficiente que es Gwilym –Joe le volvió a pegar -¡Auch! –Se quejó frotando su nuca -¿Qué es tan importante como para que quieras que prenda la alarma? –consulto, Mazzello no era una persona que solía despertar temprano-

-Pues, tengo que elegir todo para hoy, traje, zapatos, camisa –explico buscando sus mocasines-

-¿Quieres que te acompañe? –ofreció con una sonrisa encantadora

-Uhmm, no –respondió seco intentando dar un poco de suavidad al tono –iré con el señor insuficiente –le dio un rápido beso en la mejilla y salió por la ventana hacia su propia habitación, mientras que el rubio sentía un poco de celos, aunque recordó que Joe en realidad estaba enamorado de él, y se le iban-.

Mazzello tomo su suéter gris, sus mom jeans azules y se vistió con ellos, mientras que buscaba sus botines negros de terciopelo que su hermana le había regalado para su decimoquinto cumpleaños. Espero un rato, mientras acariciaba a Alyssa y tomaba café, hasta que sonó el timbre de la puerta de abajo, así que corrió a abrirla. Gwilym estaba allí parado con una caja de terciopelo azul y su famosa sonrisa.

Joe dejo entrar al castaño extrañado, mientras no perdía de vista sus movimientos, se especializaba en saber que les pasaba a las personas a partir de sus movimientos y en manipular los sentimientos o pensamientos de la gente a su propio gusto.

-Gwil –hablo con su dulce voz -¿Qué es eso que traes? –Consulto con una sonrisa interesada oculta detrás de su imagen de niño tierno-

-Algo para ti –respondió el joven con ilusión, y abrió la caja, donde un colgante con un colgante con la letra J de diamante brillaba –En algún lado, escuche que tu película favorita era Desayuno Entre Diamantes, así que pensé en ti cuando lo vi –Joe lo acepto con un abrazo, pero luego de analizar un poco las palabras de Gwilym, se dio cuenta de que era un poco superficial, aunque aquel regalo no podría ser más precioso y era claro que lo usaría-.

-Gracias Lee –agradeció feliz –Es precioso –comento con verdad en su voz, aunque sabía que nada superaría la corona que Ben le había regalado antes de aquella cena, porque representaba quien era y quien aspiro a ser desde que comenzó la preparatoria

-Pues, para que nunca me olvides –sonrió y Joe se dio vuelta para besarlo en un corto beso. Si era momento de admitirlo, Benjamin Jones besaba mucho mejor que Gwilym, y él no podía evitar incomodarse un poco por la diferencia, porque en ese momento lo único que quería era estar acostado con Ben en el techo de su casa dándose aquellos duraderos besos que lo volvían loco; pero no se lo permitía a el mismo porque sabía que estaba seguro en aquella extraña relación con Gwilym y todo su corazón se pondría en riesgo su Ben fuese algo más que su amigo. Se separó del beso, le dedico un intento de sonrisa y se separó de él, permitiéndole ponerle el colgante –Te queda perfecto –dijo al colocar el colgante y le dio un beso en la mejilla, mientras que Joe lo tomo de la mano y ambos se dirigieron al centro comercial, ya no había tiempo para viajar hasta Nueva York para pedir aquel precioso traje traje negro y dorado de diseñador que el había visto hace un tiempo, así que compraría alguno que le parezca digno de usar para aquel baile de invierno-.

RUMORS [HARDZZELLO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora