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AMELI.

La vista del cielo es hermosa, no me canso de mirarlo. Tan azul como el mar, lástima que no se puede volar en el cómo lo hacemos en el agua. Al parecer solo algunas criaturas pueden hacerlo.

A lo lejos los gases blancos comienzan a acercarse hacia la isla, parece que quisieran encerrarnos en ella. Como si fuera una muralla para que no podamos salir. Igual a la que una vez creo Atlimus para mantenerme dentro de la ciudad cuando lo conocí. Me alejo de la ventana y me siento en el sofá que eh estado compartiendo con David para descansar cuando llega de la escuela asi llama el a su centro de aprendizaje. Los humanos nombran las cosas de forma extraña.

A Diumo no le agrada para nada que David le guste estar ahí sin hacer nada. El prefiere salir por ahí a caminar, conocer el lugar. Dice que es importante conocer bien nuestro entorno, para poder huir si es necesario. Quizá tenga razón.

Que les parece si esta tarde salimos al malecón – comenta David, a lo cual rápidamente accedo y también Diumo quien al parecer no quería permanecer mas tiempo encerrado.

David se levanta del sofá y se dirige a su habitación, miro a Diumo, parece ansioso por salir de la casa y no lo culpo estuvimos encerrados casi todo el día a excepción por el rato que salimos a buscar en el mercado lo que me pidió la madre de David.

Un rato después todos salimos de la casa con rumbo hacia el centro del pequeño pueblo, ubicado a un costado de la isla. Me encanta el lugar, es realmente bello y tranquilo. El aire esta aún bastante cálido aun cuando el sol casi se oculta en el horizonte.

Mientras caminamos tranquilamente hacia la playa me sostengo del brazo de David, voy en medio entre él y Diumo. Miro las nubes aunque aún están muy lejos algo no me da mucha confianza.

¿Porque están las cosas blancas así? – pregunte a David a la vez que le apretaba el antebrazo.

¿Las nubes? – Me cuestiono de vuelta, a lo que solo respondí asintiendo con la cabeza – pues quizá se trata de una tormenta, pero no hay de que preocuparnos no pasa nada aun no es tiempo de que comiencen las tormentas grandes.

Y ¿Qué es una tormenta? – pregunto Diumo a David tomándolo por sorpresa, no estaba muy acostumbrado a escucharlo hablar.

Pues... como lo explico – David se quedó pensando por un momento, me lo quede mirando directo a los ojos. Entonces hablo – pues verán... una tormenta es; cuando cae agua desde el cielo por todo el lugar. Hay vientos muy fuertes, tan fuertes que pueden destruir toda una casa – trato de imaginar lo que dice pero me resulta extraño. ¿Cómo puede caer agua del cielo si está vacío? – sería mejor que lo vieran y creo que como van las cosas si podrán verlo.

Seguimos caminando con rumbo hacia el centro de la pequeña población. Nos detuvimos con un hombre en medio de la calle el cual después de que David le diera unas cuantas piezas metálicas a las cuales llama dinero el hombre nos dio un pequeño cono con una helada esfera pero deliciosa, me encanta el sabor dulce. Nunca había visto algo siquiera similar o tan frio nosotros nunca nos acercamos mucho a las aguas frias de los polos del planeta. A pesar de que nuestro cuerpo hubiera podido resistirlo fácilmente. Me sorprende mucho la variedad de alimentos que existen en la superficie.

Seguimos caminando por un rato más, el resplandor del sol en nuestros rostros comienza a molestar. Solo sentimos algo de alivio cuando las nubes se cruzan frente al sol cubriéndolo por un momento para después dejarlo aparecer de nuevo y caer a plomo sobre nuestra ahora delicada piel humana. Nunca me había sentido tan débil y desprotegida en toda mi vida. Supongo que Diumo debe de sentir algo similar a mis malestares aunque no quiera expresarlo.

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⏰ Última actualización: Jan 04, 2021 ⏰

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