Recién nacida

Capítulo Nueve

En el campo de batalla

La batalla continuaba, los lobos y dos guardias Volturi habían tomado a los recién nacidos atacando desde un costado mientras el resto se enfrentaban al resto de ellos.

Los reyen solo habían acordado que dos de los suyos pelearían con los lobos en caso de que su pareja estuviera en ese grupo, no estaban dispuestos a arriesgarse a que la mataran y eligieron a Jane y Alec para ayudarlos.

Habían desmembrado y prendido fuego a casi todos los recién nacidos cuando Jasper se había enfrentado a una pequeña niña de cabello castaño, ella no parecía tener ninguna idea de pelear ya que Jasper estaba a punto de dar el golpe final.

Una mano lo detuvo en el aire y en cuestión de segundos voló por el campo, con la sorpresa clara en sus ojos. Esto alertó a todos, ya sea peleando o quemando partes de cuerpos.

Nadie había escuchado nada en absoluto, por lo que la confusión creció cuando vieron a otro recién nacido.

Normalmente, los vampiros emitían sonidos, incluso si solo los vampiros podían escuchar esos sonidos. El sonido de pies corriendo, el sonido de la ropa cuando te mueves, este recién nacido no sonaba en absoluto. Cada movimiento que hacía era silencioso, lo que obligaba a su eventual oponente a confiar en la vista y el olfato para saber siquiera que estaba allí.

Caius fue el primero en reaccionar ante el hecho de que esa recién nacido es su pareja y levantó la mano para evitar que Félix luchara contra ella. Desafortunadamente, Félix estaba demasiado cerca y ella le tomó como una amenaza, sin darle tiempo suficiente para evitar la nueva marca de un mordisco en su brazo.

Ella estaba en guardia siseando y gruñendo a cualquiera que se acercara a ella.

A estas alturas, los Cullen habían retrocedido tanto como se les era posible ya que no querían asustarla más, fue bueno que Edward y Bella no estuvieran allí. Sus ojos eran negros, por lo que parecía que no se había alimentado el años, el único al que permitió estar incluso a quince metros de distancia fue a Caius. Aro  y Marcus estaban más lejos, estaba asombrado. Para él, su pareja era la mujer más hermosa que había visto en su vida.

Narra Will

Bree se quedó detrás de mi, gruño y golpeo a los que se encuentran más cerca de nosotras, mi cerbero se vuelve loco tratando de encontrar una salida.

El tipo que arrojé al otro lado del campo no parece muy feliz mientras me miraba desde donde él y el resto de vampiro de ojos amarillos estaban. Solo hay seis vampiros con los ojos amarillos, el último y su mascota humana no estaban allí.

A parte de ellos, hay otros cinco, dos que vi fuera de la casa donde Riley y nuestro creados habían estado, pero los otros tres eran caras nuevas.

El único que no retrocedió demasiado fue un chico rubio. Me miró con una mirada extraña, Bree se cubrió a mis espaldas.

"Se ha ido, Diego se ha ido" Hablaba tan bajo que apenas podía oírla.

Antes de que tuviera tiempo de contestar el sonido de alguien acercándose nos pone en alerta a todos.

La expresión del rostro de Bree cuando vio a Diego salir del bosque hizo que todo valiera la pena, se detuvo una vez que vio a los demás y tomó una posición defensiva. Las miradas de sorpresa se extendieron por los rostros de los demás una vez que le vieron.

El hombre de cabello largo y negro habló "No queremos haceros daño, sólo queremos hablar":

Narrados en tercera persona

Observaron la vacilación y la indecisión mientras ella los vigilaba a todos y protegía al recién nacido más pequeño detrás de ella.

Marcus había estado estudiando los vínculos entre su pareja y los otros dos recién nacidos. Si bien tenía vínculos fácilmente rompibles con los recién nacidos que se estaban quemando actualmente, en su mayoría eran vínculos creados por el reconocimiento, incluso tenía un fuerte vínculo de odio con su creador, pero sus vínculos estos dos eran fuertes y protectores. No les haría ningún bien amenazar a estos dos, extendió su mano para que Aro la tomara.

Aro tomó la mano de su hermano, sabía que Marcus tenía razón. Dañar a los otros dos recién nacidos solo provocaría la ira de su pareja, la vio lanzar algunas miradas rápidas al chico al borde del bosque.

Ella todavía no había hecho una reacción notable a sus palabras, al menos hasta que se movió lentamente hacia atrás hasta estar entre ellos y los dos recién nacidos.

Tan pronto como le dio a la niña más pequeña un empujón suave y alentados hacia el niño, la niña casi se arrojó a los brazos del niño. Murmuró incoherentemente mientras el chico la sostenía y la calmaba como solo un compañero podía hacer, ronroneó. No era ruidoso, pero aún así explicaba muchas cosas. Los compañeros solo puede ronronear el uno para el otro.

Caius todavía era el más cercano a ella y pudo notar como sonrió levemente mientras se relajaba al ver que la niña más pequeña estaba bajo la protección del niño. Sus ojos todavía los miraban intensamente, asegurandose de vigilar cualquier movimiento en falso.

"¿Queríais hablar...?" Su voz sonaba como campanas.

Caius asintió en respuesta. "Sí, solo queremos hablar".

Ella todavía era cautelosa "¿Acerca de?"

"¿Sabes quién fue tu creador?"

Ella hizo una mueca. "En realidad no, solo sé cómo se ve..." No tenía ganas de contarles lo que había visto fuera de la casa en la que había residido su creador "Supongo que corrió la misma suerte que el resto de aquí" Hizo un gesto hacia las pilas de antiguos vampiros que aún ardían.

"¿Sabes cuántos de ustedes fueron creados?" Carlisle preguntó desde donde estaba con su familia.

Todos miraron a la nueva reina con leve fascinación y admiración. Era una vampira hermosa, más que la mayoría e inusual.

En casos normales, un recién nacido no se esforzaría tanto por ayudar a otro recién nacido, mucho menos a dos. Miró a Carlisle con cansancio "Más de cincuenta, pero no puedo responder a los anteriores a mi".

Narra Will

El hombre de ojos amarillos asintió

"¿Más de cincuenta?" La mujer a su lado soltó.

Asiento con la cabeza. "Sí, tener a muchas vampiros en un pequeño sótano por lo general terminaba con nosotros..." Me interrumpe el sonido de un coche a cierta distancia y alguien corriendo.

Pero lo que de inmediato me llamó la atención fue el sonido de un latido.

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