Cap 17 - Ya Lo Sé +18

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De nuevo, en todo el camino hacia el, Tzuyu no soltó la mano de Sana, aunque esta vez, la omega estaba segura que era a propósito, porque la otra solía mirarla cada tanto, sonreírle y dejando un beso en su mano con cariño.

Un domingo temprano, con todo el exterior abrigado en nieve parecía la excusa perfecta para que nadie saliera de su departamento, y los pasillos del edificio estaban tan vacíos que daba la sensación que todo el mundo les había dejado a solas para que ellas hagan lo que quisieran.

Tzuyu apenas terminó de cerrar la puerta con llave cuando Sana volvió a lanzarse sobre sus labios, sonriendo y respondiendo al instante, mientras comenzaba a quitarle prenda por prenda a la otra, dando pie a que la omega hiciera lo mismo.

El camino hacia el dormitorio fue regado de ropa de abrigo que ahora era innecesaria.

Tzuyu alzó el cuerpo de Sana, y esta enganchó sus piernas alrededor de las caderas de la otra, sin dejar de besarla.

La omega comenzó a frotar su intimidad contra la parte baja del estómago de Tzuyu haciendo un esfuerzo para llegar hasta el miembro de la mayor, provocando que esta suelte un jadeo contra sus labios.

Tzuyu dejó a Sana sobre la cama, de forma suave, pero se sorprendió cuando la omega fue un poco más brusca al girar sus cuerpos, cambiando de posiciones.

La sonrisa en los labios de Sana ya no era tan adorable, sino más atrevida.

La chica no la dejó hablar, quitándose su remera para luego hacer lo mismo con la de Tzuyu, para continuar bajando los pantalones y pantis de la otra, mirando el falo semierecto con un brillo en los ojos.

Tzuyu vio cómo la otra se relamió los labios y supo que Sana no pediría permiso.

La omega acercó su boca para pasar su lengua desde la base hasta la cabeza del caliente miembro de su unnie, haciendo que esta gimiera bajo, mordiéndose el labio con fuerza.

Sana lamió un par de veces la cabeza, jugando con su lengua con la misma, y ​​con el orificio en esta que comenzó a gotear presemen.

Sintiendo el falo cada vez más duro y erecto, metió todo el largo en su boca, ahuecando sus mejillas, succionando mientras pasaba su lengua sobre el mismo.

Escuchaba los gemidos bajos de Tzuyu, acompañando sus jadeos, que no llegaban a silenciarse del todo por el miembro en su boca, subiendo y bajando, haciendo presión con sus labios alrededor del mismo.

Sintió los dedos de Tzuyu enredarse en su pelo, dando leves caricias en su cuero cabelludo mientras la ayudaba con el ritmo.

Tzuyu sintió que no iba a aguantar mucho más tiempo sin venirse en la boca de Sana, aunque no le disgustaba la idea ni un poco.

De golpe, Sana se retiró del miembro de Tzuyu, haciendo que esta abriera los ojos, viendo a la omega acercarse con una sonrisa pícara, mientras se lamía los labios, notó que Sana ya no tenía sus pantalones, quedando ambas desnudas, pero la chica se apoderó de sus labios, creando un beso húmedo, algo salado, y llenó de sensaciones que hizo a Tzuyu cerrar los ojos para hundirse más profundamente en ellos.

Sin cortar el beso, Sana acomodó el miembro de Tzuyu en su entrada, húmeda, pidiendo consolarse.

Comenzó a bajar sobre el miembro, soltando un gemido tanto de placer y de dolor por su cavidad aún estrecha.

Ante ese sonido, Tzuyu abrió los ojos para mirarla con preocupación, tomando su mano para entrelazar sus dedos.

-E-Estoy bien - respondido Sana con una sonrisa, algo entrecortado por su respiración agitada, sintiendo el cambio de actitud de Tzuyu.

-No quiero que te duela- dijo la otra, mirándola a los ojos, dejando una caricia con el pulgar en su mano-. No quiero lastimarte.

Sana sintió su pecho florecer, y no sabía cómo podría haberdo duda si Tzuyu la quería o no, luego de esas palabras, de eso tono tan suave y de los ojos tan sinceros que se mantenían sobre los suyos.

Besó con una sonrisa los finos labios de Tzuyu, no fue un beso como el anterior, este era de puro cariño.

Se separó para acercarse al oído de la mayor.

-Quiero sentirte hasta mañana, unnie- susurró, causando un pequeño escalofrío a Tzuyu.

Esta vez fue Tzuyu quien tomó los labios de la otra, mientras esta continuaba descendiendo por su miembro con lentitud, ahogando los gemidos con el beso.

Aun sintiendo que a Sana le dolía, apretó su mano con protección, callándola cuando la omega quiso disculparse al morder su labio sin querer cuando el dolor superó un poco el placer, hasta que todo el falo quedó dentro de ella.

Tzuyu sonrió con orgullo, viendo a Sana con el rostro totalmente enrojecido, los labios hinchados en una sonrisa y el cabello revuelto, pensando que era la mejor imagen que podía darle.

Moviendo sus caderas sobre Tzuyu, causando suspiros pesados, hasta que su entrada se adaptó, comenzando a subir y bajar sobre el miembro, de a poco en principio, subiendo un poco más cada vez, dejándose caer cada vez más rápido, más brusco y con ganas de más.

Gimió fuerte cuando comenzó a golpear en su punto.

Debajo de ella, Tzuyu cerró los ojos, concentrándose en la sensación de Sana saltando sobre su miembro, en los gemidos fuertes de la omega, corriéndose dentro de ella por segunda vez, escuchando el suspiro de placer de la chica al sentir la calidades de la esencia de su alfa dentro suyo.

Tzuyu abrió los ojos, irguiéndose un poco, con el nudo formándose dentro de Sana, uniéndolas.

Frunció el ceño cuando notó que Sana no había acabado.

Moviéndose despacio, para que el nudo no lastimara a Sana, se sentó en la cama, rodeando la espalda baja de la omega, apoyando una mano justo arriba del trasero de la chica.

Tocó la intimidad de Sana con su otra mano, ganándose una mirada de la omega.

-Si llegué, tú también llegarás- dijo Tzuyu, impidiendo que Sana dijera algo, comenzando a subir y bajar su tacto sobre el clítoris hinchado de la omega, jugando con su botón, girando su mano para tocar de todos los ángulos, haciendo a Sana gemir de nuevo.

Acariciando sus glúteos al mismo tiempo, besando su pecho, llegando hasta las clavículas y debajo del collar, dejando marcas y besos, hasta sentir a Sana tensarse, cortando sus respiraciones con gemidos, y luego relajar su cuerpo a tiempo que su intimidad dejaba salir sus fluidos.

Apoyando su frente sobre el hombro de Tzuyu, giró su rostro para tocar el cuello de su unnie con su nariz, dejando unos besos en este.

Tzuyu llevó su mano a su boca, bajo la mirada, entreabierta, de Sana, viendo como la otra limpiaba algo de los fluidos de la omega con su boca, lamiendo sus dedos.

Sana sonrió ante ese gesto.

Alzó su rostro para quedar frente al de Tzuyu, apoyando su frente contra la de esta, moviendo su cabeza para frotar sus narices.

La mayor rio con ternura, sintió a su loba saltar con alegría dentro de ella, ambas estaban felices de estar junto a su omega.

Tzuyu abrió los ojos para admirar el rostro de Sana con una sonrisa, acomodó sus cabellos, apartando los de su enrojecido y adorablemente rellenito rostro, besó sus labios suavemente, para separarse a los segundos y volver a mirarla con admiración.

Sana no podía evitar sonreír al punto en que sus ojos eran dos líneas, presionados por sus abultadas mejillas.

-Sana- la llamó la mayor, acariciando sus mejillas dulcemente-, me gustas.

Sana rio un poco.

-Ya lo sé, unnie.

𝐃𝐄𝐋𝐓𝐀  |「𝐒𝐀𝐓𝐙𝐔」 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora