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"A mi modo de ver, si quieres el arcoíris, entonces tienes que aguantar la lluvia".

[...]

Habían pasado unos buenos diez minutos desde que Brynn estaba fuera de la entrada de la sala común de Slytherin. Su libro estaba apretado con fuerza en su agarre mientras tomaba algunas respiraciones profundas mientras estaba sola en el pasillo oscuro y frío.

De todos los lugares donde Hermione quería albergar su pequeño club de lectura... ¿estaba aquí?

No es que Brynn tuviera un problema, solo estaba un poco sorprendida por la ubicación. Esperaba que esta pequeña reunión fuera en la biblioteca o algo así.

Y el club de lectura.

Brynn ya tenía demasiados deberes para ponerse al día. Uno pensaría que después de la guerra, los profesores se compadecerían y darían menos trabajo a los estudiantes.

No.

En cambio, pensaron que ayudaría a los estudiantes a mantener sus mentes alejadas de los pensamientos deprimentes de la guerra.

La guerra cambió a todos.

Ahora los estudiantes eran más maduros, tranquilos y melancólicos. Había una sensación de unidad, independientemente de las casas en las que estuvieran. A nadie le importaba en qué lado luchaban. Todos estaban agradecidos de estar vivos.

Pero lamentablemente todavía había un puñado de personas que simplemente no podían dejarlo pasar.

Durante tres semanas, Hermione le suplicó a Brynn que asistiera a este club de lectura que organizaba para todos los mayores de séptimo año.

Brynn estaba en el octavo año, junto con Hermione. Todos los estudiantes que perdieron ese año de estudios debido a la guerra tuvieron que regresar para completar su educación. Y Brynn no fue una excepción.

Después de tres semanas de rogar sin parar, Brynn finalmente accedió a asistir, sin arrepentirse de su decisión después de ver el rostro de su amiga iluminarse como un árbol de Navidad. Le dijeron que se trajera a sí misma y su libro favorito a la sala común de Slytherin a las 8 pm en punto.

Ahora eran las ocho y once minutos, y Brynn estaba parada en el mismo lugar, contemplando si debería o no volver corriendo a su sala común de Hufflepuff y fingir que estaba enferma.

Pero Hermione siempre parecía ver más allá de sus tonterías, así que no tenía sentido.

¿Por qué estaría ella pensando en un club de lectura organizado por su mejor amiga? Bueno, su sexto sentido la estaba haciendo sentir incómoda. No es razón suficiente, pero para ella lo era.

Ignoró sus pensamientos y dio un paso adelante, murmurando la contraseña de la entrada que Hermione le había dicho después de que Brynn accediera.

La puerta se abrió, revelando un pasadizo frío y oscuro poco acogedor. Brynn se estremeció cuando el frío viajó desde su mano hasta debajo de sus mangas, rozando su brazo. Dejó escapar un suspiro cuando finalmente entró en la sala común, viendo a estudiantes de diferentes casas sentados en sofás o en el suelo alrededor de la chimenea.

Pero Brynn notó que todas eran chicas, charlando en voz baja entre ellas, sin un solo chico a la vista. Frunció el ceño ligeramente y caminó lentamente hacia las chicas.

Dejó escapar un grito ahogado cuando una mano le agarró el antebrazo y la giró bruscamente. Los labios de Brynn se estiraron en una sonrisa tímida cuando vio a una Hermione Granger no muy complacida mirándola.

SURRENDER | DRACO MALFOY ✓ [X]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora