SURRENDER | DRACO MALFOY ✓ [X]

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"Sabes que estás enamorado cuando no puedes conciliar el sueño porque la realidad finalmente es mejor que tus sueños".

[...]

Brynn dejó escapar un gemido mientras caminaba penosamente hacia su clase de pociones avanzada matutina, con un retraso de cinco minutos. Ni siquiera tuvo tiempo de desayunar, lo que la hizo aún más miserable. Y para poner una cereza en la parte superior, estaba cachonda y eso era decirlo claramente. Todo en lo que podía pensar era en el inquietante Draco Malfoy; follándola hasta el olvido.

Ese club de lectura no la había ayudado a controlar su atracción hacia él en absoluto.

La forma en que la miraba como un depredador observando a su presa, la hacía sentirse vulnerable. Pero a ella le gustó, y en ese momento, quiso saber si realmente era una bestia en la cama, como había escuchado. Podría tener que preguntarle a Pansy. Pero, ¿cómo haría eso sin despertar sospechas?

Nadie conoce sus sucios secretos y ella se contentó con mantenerlo así.

—Ah, señorita Arden, es muy amable de su parte unirse a nosotros.—La voz del profesor Slughorn chirrió. ¿Por qué sonaba tan feliz tan temprano en la mañana?.—Toma asiento allí, ¿quieres?.—Ella levantó la cabeza en la dirección hacia la que Slughorn señaló. Su corazón dio un vuelco y sus labios comenzaron a temblar cuando vio el asiento vacío al lado de Draco Malfoy.

Por mucho que le agradara, nunca quiso estar cerca de él. Tenía miedo de hacer algo estúpido. Entonces, en todas las clases que tenían juntos, mientras que él siempre se sentaba cerca de la parte de atrás, ella se sentaba al frente. Cuando terminaban las clases, metía sus libros y pergaminos en su bolso y salía rápidamente de la clase, solo para no tener que comunicarse con él. Pero ella pensó que ni siquiera le importaba, para ser honesta.

Después de todo ese esfuerzo por evitarlo, ¿tenía que sentarse junto a él?

No lo mires. No hables con él. Es solo por hoy. Es solo por hoy.

Se mordió el labio nerviosamente y lentamente comenzó a hacer su camino hacia la mesa, sacando sus notas y pluma de su bolso mientras se sentaba. Mientras colocaba sus artículos sobre la mesa, notó que sus manos temblaban incontrolablemente. Frunció los labios, metiendo las manos entre las piernas para que nadie viera sus manos temblorosas.

Mientras miraba el escritorio, vio a Malfoy deslizar silenciosamente un libro hasta que estuvo frente a ella. Su corazón dio un salto y comenzó a ruborizarse furiosamente sin razón aparente.

Ella lo miró y sus labios comenzaron a temblar cuando vio que era su propio libro de ayer.

—Lo dejaste en la sala común de Slytherin anoche.—sus orejas se pusieron rosadas con el sonido de su ronquido. Ella inhaló y se volvió para mirarlo.

—Gracias.—Ella murmuró, dándole una sonrisa. La miró en silencio durante un rato, antes de asentir y mirar hacia atrás.

—Ahora, todos ustedes se estarán preguntando por qué no se sientan donde normalmente lo hacen.—El profesor Slughorn habló, paseando lentamente por el frente. Brynn frunció el ceño, notando que nadie estaba sentado en sus asientos habituales.—Estos son sus lugares permanentes ahora. La persona sentada a su lado será su pareja.—El rostro de Brynn cayó, su mente ahora estaba en un frenesí.

¿Permanente? ¿Cómo diablos se suponía que iba a manejar eso?

¿Compañeros? Apenas podía saludar a Malfoy, olvidar tener una conversación en toda regla sobre algunas pociones del siguiente nivel.

¿Por qué le estaba pasando esto a ella? Ella gimió internamente y se desplomó hacia adelante.

—...Es decir, todos los proyectos se harán con tu compañero, prepararán pociones juntos y las presentarán a la clase juntos.