Miel con Chocolate [OsaSuna]

[9] Atsumu definitivamente es un idiota

De acuerdo, al parecer Suna también piensa que Atsumu es un idiota. Es un dos contra uno: Suna y Osamu pensando que sí es un idiota, pero Atsumu manteniendo su opinión de que no lo es.

Oficialmente declaramos a Atsumu Miya un idiota.

Fin del asunto, sigamos con lo que importa.

—Tengo hambre.

Por supuesto, un asunto muy... importante.

—Supongo que podemos buscar algo para comer en la cocina —dice el castaño.

—¡Yo voy! —grita Atsumu, para después levantarse de un salto y salir corriendo a la cocina.

«¡Mierda!»

Tras algunos eternos segundos, Suna habla.

—Oye, Samu.

—¿Sí? —El joven Miya no se atreve a mirarlo a los ojos, ni siquiera se volteó para verlo, en cambio, simplemente siguió garabateando en su libreta lo primero que se le viniera a la cabeza.

—¿Crees que... podamos hablar? —pregunta el castaño casi en un susurro.

—¿Así como lo hicimos en los baños?

—No... Oye... Eso... —dice el chico, tartamudeando—. Bueno... Eso... Fue un error... ¿De acuerdo? Yo... Lo lamento mucho, Osamu.

—¿Lo lamentas? —pregunta el de cabello gris.

—Sí...

—¿Qué es lo que lamentas exactamente?

Suna se queda congelado durante algunos segundos, con la boca abierta y el ceño medio fruncido. Es una muy buena pregunta, y no esperaba que el contrario se la hiciera, mucho menos con esa expresión en el rostro y ese tono de voz.

«¿Qué demonios le pasa a Osamu?»

Los labios del chico forman una línea recta, su ceño también se encuentra medio fruncido, sus ojos están... vacíos. Además, su mirada se encuentra perdida en algún punto lejano.

Creo que ya había dicho algo sobre cómo a Suna le gustaría disculparse por mil y un cosas, pero la pregunta que Osamu dejó en el aire le hace cuestionarse si hay algo de lo que se arrepienta con mayor intensidad comparado a todo lo demás.

Sí, claro que lo hay.

—¿No vas a responder?

—Verás...

En ese momento Atsumu vuelve de la cocina.

Supongo que en algún punto el rubio la tenía que cagar.

—¡Maldición, amigo! —exclama Atsumu—. ¡Solo hay comida de dieta en este lugar!

—Es lo que le gusta a mi madre.

—¿Qué trajiste? —pregunta Osamu, ya sin ganas de comer.

—Algunas de esas galletas sin sabor, ya sabes, las que son una porquería.

Pero hay algo más, siempre hay algo más.

—¿Y eso? —habla el castaño.

—Encontré miel y chocolate, sé que les gusta.

Ambos abren mucho los ojos.

«Miel con chocolate»

La gota que colmó el vaso.

—¿Sucede algo? —pregunta Atsumu, con una sonrisa de complacencia en el rostro.

No, no sucede nada. Todo estará bien mientras Atsumu siga acá, todo estará bien mientras no se queden los dos solos.

Sería una lastima que Atsumu esté planeando irse.

El próximo es el último capítulo.

Desde ya aviso que también habrán dos capítulos extra que hablarán sobre... pues... sobre lo que pasó después.

Recuerden tomar awita, queridxs ༼ つ ◕_◕ ༽つ❤