Todos alguna han tenido la duda sobre si habrá alguna versión de nosotros mismos en el universo pero con una vida diferente.
Para muchos será una locura total pero ¿y si esto fuera real?
Todo va a cambiar en la vida de Hinata y Kageyama Tobio, dos...
El multiverso o las realidades alternas. Términos que se usan para definir un conjunto de universos distintos que existen. Un tema que sigue siendo un total misterio para la ciencia y que solo es real en las películas de ciencia ficción. Pero...¿Y si realmente todo este tiempo fue real?
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Por los valles de la prefectura de Miyagi, el sol caía ante el atardecer. El día era fresco, pero el frío no era tan intenso como para sentir que te calaba a los huesos. Y era un clima perfecto para que después de un arduo entrenamiento, los cuervos del Karasuno pasarían por su recompensa en el local de su entrenador. Después de todo, no quería que entrenaran de más antes del campamento al que irían mañana y en el que estarían participando durante toda una semana.
Después de haberlo dado todo en las eliminatorias y haber pasado a las nacionales, era un logro enorme para los chicos. Pero sabían que en este campamento tenían que estar atentos ante las posibles jugadas de sus contrincantes, ya que también participara Nekoma, Fukurodani, Itachiyama y el Inarizaki. Aunque de manera inesperada, el Aoba Jhosai y el Shiratorizawa habían sido invitados y claramente, ambos aceptaron .
Lo que significaba que esa semana sería bastante interesante y mucho mejor que el campamento anterior.
Pero regresando con nuestros queridos cuervitos. Ya habiendo terminado de recoger y limpiar todo el gimnasio, caminaron hasta el local, los de tercero venían conversando junto con los de segundo. Las managers estaban tomadas de la mano mientras platicaban de su día y los de primero...bueno, Tsukki escuchaba con atención a Yamaguchi, aunque fue interrumpido con los gritos de sus dos compañeros, quienes estaban haciendo una carrera para ver quien llegaba primero. El pelinaranja paso a un lado del rubio a toda velocidad en su bicicleta y este le gritó molesto qué tuviera más cuidado, pero fue ignorado ante los gritos de vitoria qué daba Hinata.
—¡Ja! ¡Te gané Baka-yama!
—¡Hinata tonto, hiciste trampa!
—Tu nunca dijiste que no podía usar mi bicicleta— respondió al pelinegro con una sonrisa burlona en sus labios.
—¡Hinata tonto te voy a— Kageyama se abalanzó sobre el, causando que casi ambos cayeran. Por suerte Suga logró separarlos antes de que el pelinegro fuera a tirarlo de su bicicleta.
—¡Kageyama y Hinata! Compórtense —dijo su capitán.
—Lo sentimos, Daichi-san...— respondieron ambos al unísono.
El mayor solo masageo su cien para encontrar algo de paz a lo que Suga y Asahi no pudieron contener unas cuantas risas de ver a su amigo haciendo tales caras de frustación.
—Calma, Daichi. Que no quiero que me des otro susto.
—Eso diles a los de primero Suga, parece que tienen energía ilimitada.
—Ya sabes como son esos dos, nada los puede parar.
—Eso es verdad— respondió Daichi resignado pero con una sonrisa en su rostro.
