✨3. Rivalidades✨

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La música resonaba en el auto junto con el tarareo de Haruki y como espectador tenía a su querido Akihiko, ya que el par de tórtolos venían en la parte de atrás dormidos.

Parece ser que Haruki sabe como manejar y mantener un aura tranquila, siendo que desde que pasaron por Mafuyu  notó el cansancio en sus ojos. Podía apostar que no durmió lo suficiente, desde ese día en el estudio Aki notó la tensión que emergía entre los jóvenes enamorados, pero prefirió no entrometerse en algo ajeno. Sin embargo después de darles la noticia a los chicos y regresar a su departamento con Haruki, este le comentó lo que pensaba. Su pareja estuvo de acuerdo con el hecho de notar que Mafuyu no estaba en su 100%.

Era un hecho que algo le estaba ocurriendo y se lo estaba guardando todo para si mismo. Esto les preocupaba a ambos pero ni siquiera sabían como ayudar ya que no sabían si la raíz de aquello era algo personal o era Uenoyama.

No querían parecer un par de chismosos en la relación de esos dos, pero si podían ayudarlos de alguna forma, estaban más que dispuestos a hacerlo.

Para eso son los amigos ¿no?

Pero para eso uno de ellos tenía que hablar, algo que ninguno de los dos hacia.

—Nunca creí que los adolescentes fueran tan difíciles de comprender.— mencionó Haruki.

—¿A qué viene ese comentario?

Aki dirigió su total atención a su pareja, quien los miraba por el retrovisor a esos dos chicos con un gesto de angustia.

—Ninguno dice nada, son como dos cofres con las llaves que los abren frente a ellos. Pero ninguno de los dos tiene la suficiente valentía para tomarla y abrirse frente al otro.

—Tal vez el miedo se los impide.

—Podría ser...pero, deberían comunicárselo. No callarlo.

—Haru, no sabemos como ellos se sienten realmente. No podemos especular cosas. Solo ellos saben lo que hacen.

Soltó un suspiro y miró de reojo a su pareja.

—¿No crees que necesiten un empujón? Tal vez en eso si podríamos ayudarlos. No se...tal vez podemos decirles por la noche que vayan a la tienda por comida y así pueden hablar de sus cosas.

—Podría ser. ¿Pero como vas a hacer para que alguno de ellos saque el tema? ¿Piensas decirle a Uenoyama qué notas raro a Mafuyu?

Haruki se quedo en silencio. Akihiko le había cuestionado algo que no había tenido mucho en cuenta. ¿Cómo podría acercarse a esos dos si no les han dicho algo?

Tal vez más tarde se le podría ocurrir una manera de hacerlo.

.
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Mafuyu...

El mar se mostraba ante el, la brisa salada chocaba en su rostro mientras su cabello se movía al par con el viento.

Un frío recorría su cuerpo y su pecho palpitaba con tanta fuerza.

No...no otra vez esto.

El escalofrío que recorrió su cuerpo al sentir un el agarre helado pero firme en su mano. Con temor giró su cabeza, pero antes de poderse encontrar con el, una serie de visiones lo nublo por completo.

Un tren, desesperación, alguien sobre las vías. La playa ah desaparecido, en la obscuridad de la noche solamente se puede ver la luz que emana el tren. Ve que aquel chico no se mueve. Grita con fuerza que se vaya de ahí pero parece que esta en un estado de shock.

No sabe en que momento paso, no entiende como es que frente a el estaba... El mismo?

—¡HINATA!

Cambio de RealidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora