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DÍA 4 - ᔕOᗷᖇEᑎᗩTᑌᖇᗩᒪ
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—¿Listo para la noche más terrorífica de tu vida? —Marco pronunció con una voz tétrica mientras se apuntaba a la cara con una linterna en medio de la oscuridad. Ace puso los ojos en blanco.
—Por favor, no tengo miedo —Ace le contestó sentándose en el sofá.
—¿Seguro? —Marco colocó un tablero de güija en la mesa y lo rodeó de velas. Ace se quedó callado un momento.
—Marco, ¿has perdido la chaveta?
—¿Por? ¿Acaso tienes miedo? —dijo a propósito para hacerle rabiar mientras encendía las velas con una cerilla.
—¡Claro que no! Pero, no sé, jugar a la güija es un poco...
—¿Una idea genial? —Ace lo miró con hastío.
—Si tú crees que una sesión espiritista es la mejor idea para una cita con tu novio, entonces sí, es una idea genial —dijo con sarcasmo. Marco rio.
—Oh, vamos, será divertido. No va a pasar nada; los fantasmas no existen. Solo nos echaremos unas risas. —Se sentó en la mesa y colocó el puntero de madera en el tablero—. ¿Estás dentro o fuera?
—Estoy dentro —suspiró el moreno, colocando un dedo sobre el puntero.
