{T R E C E}

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La mente de Izuku intentaba procesar las palabras del director Nezu, sus ojos empezaron a lagrimear, empezó a sonreír a reírse, quería creer en una broma, aunque no sabe si llorar mientras se desgarraba por dentro, ahora mismo, lo único que le quedaban era Ochano y su madre... Pero aunque su madre no quisiera aceptarlo, Kōhā era más importante que para él que ella, ella se encargaba de la cafetería de Hosu, teniendo esa excusa para no cuidar de Izuku durante su niñez, cosa que Kōhā hacía él solo en la cafetería de Musutafu, y aún así tenía tiempo suficiente para Izuku, creando recuerdos hermosos y alegres... Que ahora estarían tintados por saber que Kōhā murió.

‘Hijo...’
•Detrás de la puerta, apareció Inko intentando entrar para abrazarlo, pero el guardia de turno la detuvo jalandola hacía atrás, haciéndola caer... A Izuku la imagen de un chico peliceleste se le vino a la mente, tomando él lugar del guardia, esto mismo lo puso como loco.•

—¡NADIE TOCA A MI MADRE!—
•La tristeza, la furia, la nostalgia y la poca cordura que le quedaba gracias a la máscara, eran una muy mala junta de emociones, lo que lo hizo salir de su celda, activando una alarma en su piso, pocos segundos pasaron para que más guardias llegarán, pero ya era tarde, el guardia de turno estaba prácticamente masacrado, le faltaban cuatro dientes, su nariz estaba rota, uno de sus ojos estaba lleno de sangre por la fuga de sangre de la fricción de los golpes de Izuku contra su frente y sien.•

Antes que Izuku matará al guardia, uno de los guardias con un quirk eléctrico le dió una descarga lo suficientemente fuerte para derribarlo y dejarlo inmóvil durante un tiempo, lo que no sabía, entre los guardias que llegaron, estaba un guardia cercano al masacrado, este tipo ciego de irá golpeó a Izuku dejándolo inconsciente, a este guardia también lo inmovilizaron.

Interior de Izuku.

Tan poco abierto de mente estaba en ese lugar, que su propio subconsciente era igual a su celda, pero no tenía techo, cosa que dejaba entrar la luz de una luna rojiza, sentía un extraño frío en ese lugar.

—¿Qué hago aquí?...—
•recordó lo que supuestamente había pasado hace pocos segundos, entonces intuyó que estaba noqueado, simplemente suspiró y comenzó a caminar.•

La celda en sí, era muy amplia, era infinita, por más que caminara no acababa.
Todo el lugar estaba lleno de la oscuridad de su mente, no había nada, ya había perdido la orientación hacía un tiempo.
Pero algo lo hizo sorprender, entre la oscuridad de aquel vacío lugar, una especie de mariposa azul emergió, brillaba como una estrella, era hermosa tal y como si fuera una estrella real.

Él se vio hipnotizado, y quiso tocarla... Cuando lo hizo, la mariposa se tiñó de color rojo, y muy rápidamente, murió secándose, él se preocupo.

Sin darse cuenta, el suelo vacío de color oscuro, ahora era ciertamente amarillento, como si fuera la arena de una plaza.

“Abuelo, Abuelo! Mira!”
•la voz de un pequeño, lo hizo voltear a verlo, era igual a él, pero tendría aproximadamente 3 o 4 años, escuchó otros pasos a lo lejos... Y ahí lo vió... Era un Kōhā más joven, tendría unos 53 años, pero su cabello aún tenía rastros de color pelirrojo como el color de su pelo, sus ojos color cielo iluminaron su alma, y su sonrisa de fortaleza, llenaron su alma de nostalgia, aún sabiendo que era un recuerdo y que nada que él hiciera lo afectaría, decidió quedarse callado y ver cómo transcurría el sueño.•

Kōhā (s): ¿Que pasa pequeño brócoli?.
•su pequeño tono humorístico y burlón, se achicó al ver cómo su “nieto” tomaba una mariposa muerta del suelo y soltaba pequeñas lágrimas... En si, la mariposa era idéntica a sus ojos, de un color azul cielo.•

Tres Corazones Peculiares Entre AcciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora