13.5. Memorias

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¡Hola!  Algo tarde, pero feliz año nuevo ^^

Muchas gracias por todo el apoyo, el 2020 fue un año muy difícil para mí, pese a todo este fic y las personas que lo siguen leyendo me levantaban el ánimo siempre ^^

Quería publicar este antes de fin de año pero no llegué a tiempo 😔

Pero bueno, este cap es como un extra, como está desconectado con el anterior le puse el número que tiene xD
El 14 es el último y puedo seguir con World Tour, ¡hurra! :D

Si bien amo a Shun, quise dar un respiro pues ya iban muchos capítulos seguidos dedicados a él, y ya extrañaba a estos personajes >w< 

Ojalá les guste 😊

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Debajo de un gran árbol, sentado en el pasto, estaba un niño solitario; con ojos tristes observaba a las mariposas posarse sobre las flores.
En cuanto extendía las manos para intentar tocarlas, éstas huían de él.

El pequeño niño suspira y se abraza las piernas con aburrimiento, de pronto unas hojas empiezan a caer del árbol, y de arriba suyo oye el ruido de ramas partiéndose.
Justo cuando levanta la mirada alguien cae sentado del árbol, asustándolo por lo repentino.

¡Oww...!
Se frotaba su cabecita un pequeño niño de melena violeta, de grandes y brillantes ojos turquesas. Parecía tener su misma edad.

¿Qué haces solo?
Se acerca al niño solitario en cuanto se pone de pie, pero éste se asusta y trata de alejarse.
¡Oye! ¿por qué huyes?
De un solo trote alcanza al otro niño y toma su mano.

No te vayas, quiero ser tu amigo...
¿Qué...?
Le observó confundido, y el travieso niño sonrió ampliamente.
¡Puedes hablar! —celebró apretando un poco más su manoMi nombre es Milo, ¿cómo te llamas?

...




Camus suspira en su sueño, mientras era mimado por Milo. El toque gentil del griego y sus suaves arrullos le habían dado algo de sueño y se quedó dormido sobre él.
Milo sonríe y le acaricia el cabello una vez más. Podría estar todo el día así, sentado en su cama, con el francés descansando en sus piernas.

—Milo...
Susurró el mayor, llamando la atención de su novio, que se inclinó para besarle la frente.
Con el cálido contacto, Camus abrió los ojos lentamente. Ya despierto, se quedó quieto en su lugar, pensando en el sueño que acababa de tener.
No era la primera vez que soñaba con aquel recuerdo.

—Ah, ¿Te desperté?
Habló en voz baja el escorpiano.
Camus asiente y gira la cabeza para mirarlo.

—Volví a tener un sueño de cuando era niño.
Le comenta.
—¿Sí?
—Sí, tú estabas ahí también, aunque es algo difícil recordar ahora.
—Ya veo...
Se queda pensando el menor, todavía le frustraba un poco no recordar absolutamente nada de aquel encuentro.

Momentos después llega Kardia a llamarlos para comer.
Milo bufa y se levanta, pues no quería separarse de Camus.
Al entrar a la casa se le ocurre preguntarle a su padre al respecto.

2. AFTERMATHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora