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(si quieren pueden ignorar la canción, no es para ambientación, pero gracias a ella me dio la inspiración para el capítulo. )

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Chile se preguntaba a si mismo por que había tanto silencio en la casa después del griterío que habían formado los alfas, al igual de quejidos y de fuertes golpes en las paredes. Le era inevitable pensar que no sentía miedo en estos instantes. Hasta que los pasillos volvieron a resonar el caminar de uno de sus amigos o de su alfa. El miedo que tuvo en el momento le hizo caso a la idea de cerrar con pestillo la puerta, era todo un ridículo escondido en el baño. Temiendo más opciones para ocultarse.

-Chile abreme la puerta se que estas allí.- como puede ser posible, pensó de inmediato el menor al oír la fría voz que tenia su alfa, aquel que tanto había esperado su llegada desde el primer día que llegó con Argentina a su casa. -chile puedo sentir tu miedo, hazme caso y abre ahora.-

El menor inconsientemente cubrió su boca con ambas manos, impidiendo que ningún gemido de llanto que soltaba haga más difícil la situación. Sus emociones estaban tan desordenadas ahora, que sólo lloraba, esperando que las cosas se calmaran un poco más, pero ya no estaba el tranquilo y cariñoso ruso que deseaba, sino al opuesto. Quien habia comenzado a patear y golpear con gran fuerza la puerta para entrar de alguna manera desesperada.

-¡Será mejor que la abras ahora!- exclamo mientras continuaba con los bruscos golpes, mientras Manuel se preguntaba por que Argentina y Perú no venían a detenerlo, que les habría pasado cuando se enfrentaron al soviético. -Por favor abre, Manuel déjame entrar allí.-

El mismo se negaba a darle el paso, su omega quería abrazar al ruso que estaba apunto de tumbar la puerta. Se negaba a hacer aquellas muestras de cariño en estos momentos, y de ese pensamiento llegó otro que lo hizo verse a si mismo. Un omega aterrado, escondiéndose de un alfa molesto por ciertas circunstancias que el desconocía por completo y que lo unico que hacia, era llorar, esperando que lo resguarden otros alfas. No estaba haciendo nada.

-Chile voy a tirar la puerta hasta la cuenta de tres.- explico lo que iba hacer, mientras se ponía en posición para hacer lo dicho. -Uno...- Manuel se dirigió a la puerta con una sonrisa sin ninguna emocion, esperando el momento. -Dos....- Exclamo, observando la puerta para que su omega le hiciera caso, pero no vio resultado alguno. -¡Tres!- corrió y cayó.

Manuel estaba sentado en el retrete, viendo el rostro sorprendido y asustado del soviético, quien estaba tirado en la cerámica mirando la sonrisa del menor quien comenzó a reierse en su cara. El chileno había quitado el pestillo con anterioridad y había dejado la puerta abierta, para que el ruso que corría a gran velocidad solo cayera de cara.

-Chile, no llores por favor.- Dijo asustado el ruso, quien veía como reía y lloraba al mismo tiempo. Un hecho que lo preocupó más de lo que estaba. Se levantó tratando que este se calmara al menos.

-Rusia en verdad soy un inútil omega, acabo de darme cuenta después de tanto tiempo.- habló después de reírse de si mismo, sin razón aparente. Rusia estaba de cuclillas delante de el, con sus manos, dándole caricias y alguno que otro beso, mientras dejaba que sus feromonas calmaran más rápido a su querido omega.

-Manuel tu..-

-sólo hago que te preocupes todo el tiempo, tanto así que querias tumbar la puerta para saber como estaba.- lo interrumpió, sin darle la cara al alfa, mirando la forma en que estaban tomados de las manos, esta vez controlando sus llantos mientras mantenía aquella angustia.

-Ah... a veces no pienso cuando me preocupo por ti.- Dijo en un tono de burla en algo cierto de si mismo, más de una ocasión las otras naciones lo criticaban al no pensar las consecuencias de sus acciones.

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⏰ Última actualización: Mar 31, 2021 ⏰

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