Castaway 《ChanLix》

VIII

Christopher solía despertar temprano, y a pesar de que se había excedido un poco en cuanto a sus horas de sueño ese día, solo se retrasó una y media en comparación con el horario promedio en que solía levantarse para comenzar con sus actividades matutinas. Pero solo por esta vez, obviaría el monto de obligaciones que le fueron asignadas por él mismo, pues tenía una nueva e importante misión que cumplir, y si observar a Felix dormir no era considerado como una a ojos de los demás, poco le importaba. De todos modos, dentro de aquellas cuatro paredes, no existía nadie más que ellos dos.

Las sábanas cubrían el área de su cintura, puesto que debido al revoltijo que había hecho a lo largo de la noche durante su sueño, la cama era un verdadero desastre, aunque no solo a causa de ello. Su poco voluminoso torso se hallaba completamente al descubierto al igual que sus bonitas y delgadas piernas, permitiendo al pelinegro apreciar nuevamente el hermoso color canela de la piel contraria.

Bang sonreía cada vez que el menor engurruñaba sus ojos, aún dormido, pues era una acción tierna y divertida. Los rubios cabellos estaban brutalmente desordenados, lo cual, en conjunto con sus rosados labios adorablemente abultados, formaban una bella combinación con el resto de su cuerpo. Christopher se preguntaba en qué momento Dios le había enviado tal angelito a su lado, pues la imagen del chico era tan etérea que era prácticamente imposible compararlo con alguien más en el universo.

Felix abrió sus ojos pocos minutos después de sentir el tacto del mayor, ya que su mano se había posado sobre su mejilla. Sonrió de manera radiante, como solo él sabía hacer, y sin siquiera pensarlo, unió sus labios a los de su amante para comenzar un suave beso. Bang estaba sorprendido, dado a que la timidez del rubio era mucha a la hora de tomar la iniciativa, así que consideró que quizás seguía bajo los efectos de la somnolencia mañanera. El joven dio pie con tierra al sentirse completamente desnudo, recordando cada instante de la noche anterior con un enorme sonrojo en toda la extensión de su cara, lo que hizo al pelinegro reír en voz baja.

— Buenos días— espetó, sentándose despacio, apoyando su espalda contra la cabecera de la grandísima cama—. Espero hayas tenido dulces sueños...— se inclinó para besar la mejilla contraria, mientras el menor se acurrucaba nuevamente en el colchón.

— Buenos días, Chris— bostezó, rascando levemente su mentón—. Mmm, la verdad es que no dormí mucho debido a...ya sabes...

— Fue maravilloso— rozó su nariz con la del muchacho, en lo que este entrelazaba sus dedos con los ajenos—. ¿Tienes hambre? Pedí a Rhino que trajera el desayuno a las diez, ya que planeaba pasar la noche contigo— Felix abrió su boca, sonrojado debido a las palabras del mayor, quien solo le guiñó un ojo y se levantó de la cama para colocarse su camisón de dormir.

Entonces, ¿esas eran sus intenciones desde un principio?

Negó sonriendo ante esos pensamientos y agarró su cuaderno del velador para observar todos los dibujos que había realizado durante la travesía. Se detuvo en uno que, en particular, siempre le sacaba una enorme sonrisa. Recordaba a la perfección el momento en que lo había hecho, pues esa tarde, Christopher estaba demasiado ocupado con las gestiones del barco como para pasear con él por la cubierta, así que decidió pasar la tarde en el camarote junto a Peter, Olivia, y casualmente, junto a Rhino, cuyas visitas a Han se habían vuelto diarias.

Llegó al camarote en el momento en que su amigo comenzó a tocar una de sus nuevas composiciones, y su pequeña hermana insistió al mayordomo para que bailara con ella al ritmo de la pegadiza melodía.

Felix observaba carcajeante la divertida escena, por lo que trató de dibujarla rápidamente. Era un recuerdo muy conmovedor, pues nunca había visto a su hermanita divertirse o relacionarse tanto, ni siquiera con niños de su edad, y se culpaba a sí mismo por ello, puesto que nunca permanecían el suficiente tiempo en un lugar como para hacer buenas amistades. Pero eso cambiaría, estaba seguro de ello.