Sobre la mesa.

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Dean sabía que no pudo querer bien a Castiel, a su Ángel de ojos azules, pero le quería a su forma, a su manera y a sus tiempos, quizá por la indiferencia que tenían sus padres a la hora de entregarles afecto a él y al menor de los Winchester, no pudo notar lo que iba mal. Lamentablemente para Cas al no saber esto, no fue suficiente para seguir a su lado y comprenderlo, un día el contario le dejó un pequeño mensaje sobre la amplia mesa de su casa que compartieron incontables veces juntos, esas cenas luego de una larga y triunfal caza con sus palabras sinceras, sus carcajadas por la inocencia que rodeaba su rostro por no entender las referencias nada inofensivas de su pareja.

Él solo le dijo que tenía que dejarlo ir, porque Dean no comprendía lo que siempre le demostraba pero no recibía de vuelta, donde explicaba que vio en lo que se habían convertido con el tiempo, luego de haberle echado una leve mirada a las fotografías que en su entonces seguían bajo el cajón de la televisión, algo desordenadas a lo que normalmente recordaba.

— Maldición, Cas —. susurró cuando sintió como su corazón, su alma, iban cayendo en cuenta la pérdida del Ángel, de su Ángel.

Para variar la mala suerte le seguía más de lo que creía ya que en esa caja mágica con vídeo a lo lejos pudo distinguir, la canción que le dedicó en sus comienzos, cuando todo recién tomaba su camino, donde ambos estaban dispuestos a solucionar todo por durar un máximo de eternidad juntos.

Soltó una leve carcajada llena de dolor cuando recordó que para él, Castiel tenía a alguien más en su corazón, cuando desde el comienzo le dejó en claro que era él por quien abandonó todo y se arriesgó quedándose a su lado a pesar de haber traicionado a los ángeles y a todo el cielo. Eran las pequeñas frases que calzaban a la perfección con su situación.

No era mentira cuando el rubio le decía al de gabardina que no era bueno al expresarse, que se sentía tonto y algo vulnerable al intentar hablar de sus sentimientos, pero esa canción realmente le había hecho tomar el valor y explicarle cómo le hizo sentir en esos momentos. Tal vez era un poco tonta para algunos, quizá Sam jamás hubiera esperado que su hermano mayor dedicara esa clase de melodías porque no era su estilo, pero había logrado hacerla parte de su historia porque "quererte así, no necesitaba explicaciones.."

Dejó la nota sobre la mesa, en su lugar inicial y sin darse cuenta se recostó sobre la fría pared mientras quedaba sentado sobre el suelo de la cocina, revolviendo su cabello con frustración mientras por aquellos ojos verdes que poseía caían lágrimas por el mal sentimiento que tenía en su corazón. Su novio había decidido irse, irse de su vida, de su lado.

No pudo hacer que se quedara junto a él, de todas formas ¿cómo pensó siquiera que aquel magnífico ser iba a quedarse a su lado hasta el día que ya no pudiera más? rió amargamente una vez más, si no fuera mala coincidencia sintió su móvil desde el bolsillo de su pantalón y supo que era Sam, no quería darle explicaciones por lo extraña y mal que sonaría su voz desde el otro lado de la línea, no quería hablar con nadie.

Se sintió mal al recordar los buenos momentos que compartían, las pequeñas quejas que tenía el Ángel sobre las miradas descaradas que le daba el mayor cada vez que se perdía en sus facciones, creyendo que este le ignoraba con intensión. También como olvidar sus "siempre dices lo mismo" cuando discutían por pequeñas cosas o cada vez que era hora de la cena "esto sabe a moléculas, Dean".

Realmente ese chico celestial se llevaba sus mejores suspiros, su corazón y también todas sus canciones favoritas. Ahora comprendía todo mucho mejor, pero como el moreno le había dicho una vez "no llores sobre la leche derramada, Winchester"

— ...y aunque es muy pronto para hacerte una promesa, voy a poner todas mis cartas en la mesa —. solo quería apagar la maldita televisión donde el comercial de aquella tonta telenovela le recordaba que es canción tenía una historia.

¿a quién le interesaba siquiera que daría a las ocho de la tarde? ¿quién vería esas historias tontas de amor sin sentido? se golpeó mentalmente por seguir dañandose así. Cas. Cas quería que la viéramos mientras escuchaba nuestra canción en la televisión.

Lloró por las veces que pudo haberle tenido en sus brazos y prefirió solo admirar con todo el amor que sentía.

Lloró porque sí bailaron aquel día hasta que se enamoraron un poco más del otro sin intenciones de lastimar al mundo por lo que sentían.

Lloró por cada rincón de lo que era su hogar y los recuerdos del que era, es y será el más grande amor de su vida.

Lloró por no haberle entregado su amor como correspondía.

Lloró por no haberle detenido a tiempo.

Lloró por los sentimientos encontrados que traía sobre él, luego de aquella carta, donde su corazón ya no era más del sino de Castiel con el cual tenía una historia que no podría quitar nunca de su mente.

Miró lo que era la sala de estar, fijándose que estaban las llaves de su baby con quien podría salir a darse una vuelta e intentar quitar los rastros de debilidad. Se puso de pie para tomarlas entre sus manos y elegir un rumbo desconocido.

Quizá ahora más calmado iría con Charlie para que le enseñara el nombre de aquella canción con la cual la pelirroja decía que agregaría a su "playlist de desamor" estaba seguro que necesitaría algo así, en el transcurso hasta allá crearía una historia y un motivo sin dar lujo de detalles.

— Al menos puedo decir que tuve el honor de coincidir con él en la vida —. realmente pensarlo para sí mismo dolía más que cualquier otra cosa en las que haya tenido que vivir como cazador de lo sobrenatural. Sufrir sin que el resto viera su verdadero estado le permitía optar por beber todas las cervezas que su conciencia recibiera y descansar hasta la mañana siguiente, casi dispuesto a ponerse a investigar un nuevo de caso de vampiros, demonios o lo que fuera.

Extrañaría a su bebé, eso definitivamente no lo negaría jamás, pero si volvía a verlo en algún punto de su desastrosa vida, esperaba valiera la pena el mal sabor de boca con el cual se estaba dirigiendo hasta la que antiguamente había sido su hogar junto a su hermano estacionado el Chevrolet Impala 67' fuera del búnker. Siempre poniendo su mejor cara ante las peores situaciones, pero que más daba si en esto consistía ser Dean Winchester.

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¡Hola, bebés! espero les guste aunque sea un poquito y que me digan que tal les pareció, tiene ciertas referencias al 15×18 que nos rompió el corazón a todos, y ya que es mi primera publicación me puse bien nerviosa, los tqm.

simples corazones; destiel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora