La noche se hizo lenta para la chica que se mantenía en silencio en su habitación. No le dijo nada a su padre, ni a Coco y actuó lo más normal posible.
Prefirió salirse de la cama y bajar a la cocina por algo de agua fría.
Se preguntó que loco tendría información de ella y su familia. Sintió un calor horrible que le hacía sudar mucho y fue más rápido por ese vaso helado de agua.
Tragó fuerte y se sirvió casi cinco vasos, pero el sofoco era insoportable. Dejó la cocina y se dirigió a las afueras de su casa buscando aire, el aire fresco impacto en su rostro dejándola jadeante.
— ¿Te encuentras bien? —preguntó una voz calmada, Vale se había casi arrodillado y comenzó alzar los ojos hacía la persona que tenía enfrente, él habló— pareces una cerda.
— ¿Disculpa? —Vale quedó con la boca abierta, indignada y todavía respirando fuerte.
—Mírate, estás sudorosa, aunque las mujeres de ahora no les importe su físico tú enserio deberías, pareces una loca salida de un psiquiátrico.
Valentina solo pensó en que se había dormido y que ahora estaba soñando, pues tener a un chico a las tres de la mañana casi en la puerta de la casa sería algo como una pesadilla y si fuera real ella debería llamar a la policía.
El muchacho la contemplo con más detenimiento, fijándose en la ropa que llevaba y dándose cuenta que no llevaba nada en los pies, hasta llegar a su cara con una sonrisa burlona.
—Es peligroso que estés afuera de casa.
—Sí, tienes razón, pero puedo preguntar… algo —le dijo la chica con ojos somnolientos.
—De igual manera preguntaras, así que adelante.
— ¿Quién carajos eres? —susurró algo enojada, el chico de pelo oscuro sonrió de lado.
—Soy el que tiene los papeles de tu cafetería —la chica solo abrió los ojos— por así decirlo soy el “Jefe”.
La chica no sabía si reír por tener la pesadilla más loca o estar asustada de no estar durmiendo.
Lo miró del todo notando que solo llevaba una camisa recogida hasta los codos y unos pantalones estrechos casi negros, zapatos lustrosos.
—Vas a pasar frío si sigues fuera.
—Y a ti que te importa, —el muchacho no se sorprendió con el tono agresivo de la chica— no te preocupaste cuando me viniste a amenazar y porque creería algo de lo que me dices.
—Espera, yo nunca te he amenazado, hoy es el primer día que vengo a verte.
Valentina se quedó muda y sin pensar se acercó a el chico hasta quedar a un metro de distancia.
—No me digas mentiras, no juegues conmigo. Tus matones vinieron a mi cafetería, con mi papá y con muchas a personas alrededor, quisieron intimidarme, pero no lograrán…
—Así que ellos… —se rio y la chica la miró extrañada— adiós Valentina.
El comenzó alejarse de ella, Valentina solo se quedó mirando cómo se iba y desaparecía en una esquina sin hacer un solo ruido. La chica quedó con la boca abierta por la sorpresa.
—Vale… —la chica se contuvo en gritar por la voz de su hermano, ella se giró con cuidado y miró a su hermano que se restregaba los ojos por debajo de sus lentes— que haces fuera de casa.
—Y… tú que haces aquí también —el nerviosismo no lo podía ocultar.
—oí que alguien hablaba
![](https://img.wattpad.com/cover/241558463-288-k18628.jpg)
ESTÁS LEYENDO
《《《Roll de Canela》》》
Novela JuvenilYa ha pasado mucho tiempo desde que Valentina sintió algo. Su vida gira entorno a su familia y al pequeño negocio que tienen. Lo cual le hace muy feliz, llevando una vida tranquila. Hasta que llega a conocer a Sebastián Markov, alfa dominante, un ch...