Permiso Para Morir | Sailor Moon

▪■ Anécdota 01 ■▪

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Te encontré.

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"Es dificil mantener la calma, aguantar y ocultar un deseo que se ha venido oprimiendo por un largo tiempo... así que desde ahora, tendré que aguantar lo poco".

~Amy.

Narra Amy.

Suena mi puerta, alguien la está tocando... es el criado.

- ¿Quién es? - digo entredormida y sin ánimos -.

- Señorita Mizuno... - Responde. Automáticamente reconozco su voz y le digo en un tono ligéramente arrogante que siga - Su madre llamó hace poco... por lo de su encargo y...

- Si ya sé - Interrumpo - ¿Y qué paso?.

- La llamará en unos momentos - Dice en su pocición ergida, buscando mi mirada, cosa que no logra -.

Imbecíl, me pudo avisar antes.

- Bueno - Respondo sin más -.

Amy Mizuno, mi nombre, así es como me llamo, este nombre ha ido de boca en boca... y no bocas cualquieras, LAS bocas de esta ciudad han pronunciado mi nombre gracias a rumores que, ciertamente son bastante desagradables, estúpidos y bastante comprometedores... obviamente para mí.

Porque estoy sola... gracias.

Las bocas importantes, esas que rumorearon sobre mí en un pasado ahora me han olvidado pero, siempre hay consecuencias... y es que, mi rostro se ha convertido en la mayor abominación de esta ciudad, me he volvido loca tratando de explicar, pero estoy sola, nadie me cree, nadie me creyó, nadie me creerá.
Hubiera simplemente escapado, empezar una vida nueva en un lugar remoto donde nadie "sabe" nada sobre mí, pero a decir verdad, no soy ese tipo de persona... he tenido el mismo dolor desde aquel día, o mejor dicho, aquella noche.

Pero tal vez ya no sea el mismo dolor de antes.

Me bañé, me vestí y sin haberme comido absolutamente nada me senté junto al teléfono fijo y esperé pacientemente la llamada.
Duré allí sentada unos cuantos minutos, hasta que porfin, oigo el teléfono sonar y lo tomo rápidamente.

- Madre... - Digo rápidamente, ansiosa por oir su voz -.

O más bien, lo que tiene por decir.

- Estas dentro.

- ¿Qué? ¿Quieres decir que aceptaron?.

- Sí.

Cortante.

- ¿Y cuándo comienzo? - pregunto rápidamente -.

- En tres días - Cuelga sin más -.

Uyy que malota, me colgó... vieja loca.

En ese momento puse el teléfono en su lugar, sonrío levemente, más que feliz me siento relajada pero al mismo tiempo me llega una sensación de impaciencia a punto de estallar, por lo que voy corriendo a mi habitación, saco los boletos de avión que había en mi cajón y llamo a los criados para que preparen mi maleta.

Nos volveremos a ver querida...

•●•

El tiempo pasó rápidamente, en casi un abrir y cerrar de ojos ya estaba sobre el avión, y ahí, viendo el cielo oscurecerse por la llegada de otra noche más en mi vida, comenzaron a salir de mi mente, muchos recuerdos que me habían venido rondando des hace mucho tiempo atrás... y la verdad, no tengo idea de como he sobrellevado mi vida 10 años después de lo que ocurrió y tampoco sé de donde he sacado fuerzas para aguantar tanto tiempo simplemente aquí.

Pero lo logré.

No pude dormir durante el vuelo, habían demasiadas voces y demasiados recuerdos que me rondaban en la cabeza y también, una que otra fantasía.
Pero, ya no me duele pensar en nada, ya no siento mi alma arder con esos recuerdos tan tristes que en su momento llegaron a romperme en mil pedazos una y otra vez... ahora solo me queda sonreír, sonreír irónicamente, y pensar atentamente en mis acciones a futuro y tambien, deleitarme con muchas de las ideas que tengo en mente y que, llegaron desde hace ya algún tiempo.

...

El avión aterrizó sin ningún problema, bajé y tomé un taxi... ya había reservado una habitación de hotel y me dirigía directamente hacia allá.
Esta es una ciudad distinta, es más brillante y tambien más fría, el aire gélido congela tus entrañas y el panorama está ligeramente nublado.
Llegué al hotel, entre muchas cosas sin importancia que llegaron a suceder, llegué a lo que sería mi habitación, puse mis maletas junto a la cama y vi el techo hasta quedarme dormida.

¿mañana?...

Ha pasado una larga noche...
Es temprano, me baño con agua fría, si, parezco estar loca por bañarme con agua fría en un clima así, pero no me importa en lo más mínimo, quiero estar bien despierta y cuerda para el día que tendré.

Curioso...

Llegué al lugar, sé muy bien que es lo que haré y cual será mi "cuartada" además de mi razón de venir hasta acá, o por lo menos, la razón pública que de hecho, es la inventada.
Frente a mi, se encontraba una grán puerta, o más bien una reja, pude observar el lugar y es bastante amplio y hermoso, el edificio es alto... alto para ser una universidad.

- Buenos días... ¿qué se le ofrece? - Se me acerca una mujer de edad medianamente avanzada, con una postura recta y una voz bastante educada -.

- Buenos días, yo soy la nueva maestra - Digo cordialmente a lo que la mujer se asombra y rápidamente procede a abrir la reja - ¿Es esta la universidad...?

- ¡Es usted!, no creí que llegara tan rápido - Me interrumpe emocionada - Yo soy la directora general de este lugar... soy la señora Beryl Mikuko, ¿Como se llama usted?

- mi nombre es: Yamy (yeimi) Kille, vengo de muy lejos a ofrecer mi servicio como su nueva maestra - Digo sonriente... la mujer enfrente de mi creyó ingenuamente mis palabras y me dió la mano en señal de saludo -.

- Un gusto en verdad, pase y le muestro las instalaciones - contesta alegremente -.

Caminé a su lado un largo rato, y es que ese lugar es bastante amplio, por lo que con mis ojos traté de ver todo en cuanto pudiera, además este lugar parecía sacado de película, era un lugar claro, amplio y bastante bien hecho daba una sención modernista estar allí dentro.

- A estas horas ya todos están dando sus clases - Miré mi relog trás sus palabras, y la verdad me pareció temprano, eran las ocho en punto - el horario para maestros comienza a las seis de la mañana, mientras que el de los estudiantes comienza a las siete.

Me dió un recorrido bastante explicado, me dijo incluso más de lo que pensé que me diría, luego me ofreció pasar a la oficina para firmar el contrato, por lo que empezaría a trabajar a partir de mañana.
Ya había terminado de firmar y estaba terminando mi conversación la mujer cuando escucho que alguien entra al lugar, sentí un leve escalofrío, pero cuando oí la voz de la persona que entró simplemente me quedé inmóvil, era ella...
Volteé a ver rápida y desesperadamente a la persona que entró y confirmé que realmente se trataba de ella, de quién me arruinó la vida y la razón principal de mi viaje, el ser vivo más repugnante y que más desprecio en esta vida, y ahora, estaba frente a mí, en ese momento pensé muchas cosas, demasiadas, y por eso me quedé estática en mi lugar.

Te encontré... Usagi.

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Así es, decidí reescribir la historia... aunque lo más probable es que nadie se haya dado cuenta xD
Apoyen la historia y denle mucho amor, porfis <3...

Esta reescritura continuará.