Permiso Para Morir | Sailor Moon

▪■ Anécdota 02 ■▪

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Regresé

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"Hay seres que no cambian, y eso es porque son ignorantes"

~ Amy.

NARRA AMY (alias 'Yamy')...

Verla nuevamente fue extraño, fue triste, porque retuve dentro de mi demasiadas cosas juntas y casi exploto...
Terminé corriendo, huyendo, escapando del "encuentro" que tuvimos, mi excusa: "necesito tomar aire, estoy exhausta", no podía contener nada al cabo de uno o dos minutos, y tan pronto como le dí mi mano para saludarla... ahí fue cuando estallé.
Al salir, me sostuve firmemente en la puerta mientras procesaba lentamente todo lo que me venía a la cabeza... comencé a sentirme como una demente, recuerdos que no sabía que tenía sobre ella, recordé claramente sus más crueles palabras y mis más fuertes llantos...

- ¿Se encuentra bien? - Me pregunta la directora mientras me larga un pañuelo - Está sudando mucho...

- Ah, sí... - Dije lentamente, y con mi mano temblorosa tomé el pañuelo -.

Usagí se abrió camino brúscamente junto a mi sin nisiquiera mirarme, cosa que acostumbra hacer porque siempre se ha sentido superior a los demás, la vi irse, la vi caminar, y ahí recuperé la compostura.

- 《Desfila ahora que puedes》- Pensé mientras cambiaba mi postura -.

Ella es una persona bastante vanidosa, egocéntrica y bastante egoísta, le gusta estar en un nivel superior a las personas que la rodean, como si ella fuera la que impusiera el poder sobre los demás, y eso es algo que ha logrado debido a lo opresora y manipuladora que es, al notar la más mínima debilidad la aprovecha para deborar a la persona hasta el punto de ponerla bajo sus pies, y es deprorable ver como todos caen igual, todos terminan de alguna manera cayendo ante ella, y esto lo se porque no solo me pasó a mí, le pasó a muchas personas al simultaneo, pero yo fuí la victima predilecta, su trato hacia mí siempre fue peor, solo a mí me tiró a matar.

Me paré firmemente, respiré y volteé a ver a la mujer que se me había quedado viendo con extrañeza ante mi pequeña "crisis", le sonreí y recalqué que se trataba de un simple mareo que probablemente sea debido al cambio de ambiente, y se lo creyó.
Me habló de unas cuantas cosas más, y en medio de toda la charla, me dió el contrato para comenzar a trabajar, lo leí atentamente y procedí a dar mi firma.
Aquí es cuando nos damos cuenta de que con dinero se logran muchas cosas en la vida, pues tiempo y dinero son una suma invensible, es algo que ya he estado comprobando, todo a mi alrededor está sucediendo baja el frío cálculo que he estado dando en mi cabeza todos estos años.

Efectivamente, firmé el contrato, mi trabajo comenzaría dentro de muy poco, mi impaciencia y emoción creció, la grán dicha de por fin vengarme a mí, a mis amigos... y, vengar por fin, a la persona que tanto amaba.
Él era un muchacho unos dos años mayor que yo, ya se había graduado y era una persona bastante madura... era.

Procedí a salir de las instalaciones del lugar, lo cual lo tuve que hacer sola puesto que la directora se quedó en su oficio bastante ocupada y yo ciertamente me aburrí de su compañía, ya con todo lo que me dijo y todo lo que pasó a estas alturas su presencia interrumpiría mis cálculos y reflexiones. Iba bajando por las escaleras, cuando allí, al final del corredor pude divisar una figura que se me hizo bastante conocida, y nuevamente comenzé a entrar en un mini shock, no me explico qué y no porqué me está pasando lo que sea que esté pasando conmigo.