¿Qué es el amor?

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Amor

Esta no es una historia de amor, o quizá... Sí, lo es. ¿Quién sabe la verdad de esta pequeña historia de amor? Nadie, ni siquiera yo, pero estoy segura de que esto no es una historia de amor, tan solo es el amor. ¿Qué es el amor? ¿Un sentimiento? ¿Una emoción? ¿Algo que podemos tocar? ¿Sentir? ¿Qué demonios es el amor? ¿Y por qué? ¿Por qué nos cambia a todos?

¿Qué es el amor?

No tengo palabras para explicarlo con certeza, pero lo vi, esa es una bonita respuesta si pillas el contrasentido de ella. Lo vi, lo vi, y tan solo lo vi.

Es gracioso, aunque vosotros no lo podríais entender, porque cada uno amamos de una manera diferente.

Y para nada, cuando digo "lo vi", no me refiero a ver el amor, eso es imposible de ver, pero sí, lo vi a él, entrando por la puerta con un conocido suyo. Puedo decir con certeza que nadie me dijo: "Mira el chico guapo de allí", tan solo sé que sentí que debía girarme. Necesité girarme, como si la persona que siempre hubiera estado buscando desesperadamente hubiera aparecido de repente, como si hubiera oído esa voz mucho antes, en alguna parte, pero ni siquiera lo había visto antes. En cierto modo, sí pensé que lo había visto antes, pero la pregunta era: ¿dónde? Así que el día menos pensado le pregunté: "Oye, ¿nos hemos visto antes?". Su respuesta fue clara, como lo eran mis pensamientos: "No". No nos habíamos visto antes, pero yo seguía sintiendo ese sentimiento, ese en el que sientes que lo has visto antes, lo has oído antes, incluso haberlo querido antes.

Supongo que cuando tú, lector, leas esto, pensarás: "Estás chiflada", "No eres normal", "Loca", "Rara", pero lo que no sabes, es que, a mí, lector, eso no me importa nada, ya que estoy segura de que habrán otros que crean que han sentido lo mismo que yo, pero silenciarán sus corazones, para que así nadie les juzgue por cómo sintieron ellos el amor. ¿Era un amor platónico? Lo pensé, pero no lo era, ya que, no iba de allí para allá, como una loca acosadora queriendo verlo y diciendo: "me gusta". Tan solo lo miraba, era suficiente con mirarlo, me hacía sentir bien, y cuando sonreía... esa sonrisa era una sonrisa bonita, una que no se podía olvidar.

El tiempo fue pasando y las clases avanzaban como la mecha de una bomba, quizá en esos periodos, perdía el tiempo, pero no era realmente nada nuevo, y también acepto que en ese periodo de tiempo pasaran muchas cosas de las que no puedo decir que me arrepienta, pero sí sé que no estuvieron bien, nada bien, quien sepa la historia sabrá que no miento y que era así. Que me comporte mal, y que, si hubiera actuado de otra manera, quizá muchas cosas hubieran sido diferentes. Pero no me arrepiento, porque, aunque lo hiciera, la cosa no cambiaría, así que, para qué perder el tiempo.

Siempre me la pasaba sentada con alguna de mis tres amigas en la clase: la número uno, era una de mis mejores amigas, la que me ha visto llorar en algunas ocasiones, y la que me ha reconfortado en muchas otras; la número dos, una buena chica que no sabe qué hacer con su vida y que copiar es su gran meta, y la número tres, que es una loca a la que le encanta leer historias de wattpad y escuchar mis monstruosas movidas, de las que todavía no entiendo cómo me pasan tantas. Un día insignificante como todos los de la rutina, acabé yendo a clase, y cómo no, llegaba tarde, nada nuevo siendo yo.

Estoy segura, que más de una persona estando en mi posición se hubiera sentado en el sitio de siempre, con la amiga de siempre y molestando a las de siempre, ya que yo, con forme pierdo el hilo en la clase me tomo la libertad de girarme para todas partes y hablar con mis amigas, nada nuevo que tú o yo, no hayamos hecho alguna vez en una clase. Pero no, él estaba ahí, sentado en la última fila, y tenía el sitio vacío a su lado. Miré a mis amigas, miré al sitio... Ni siquiera lo pensé, algo me decía: "siéntate justo ahí, junto a él". En verdad no, en realidad solo pensaba que quería estar junto a él, ni siquiera yo lo entiendo, pero es real, quería estar con él.

Estoy segura de que algún que otro pensará: "qué cliché", o, "está enamorada de ese chico". Sinceramente, en ningún momento pasó por mi cabeza el salir con él, solo lo quería contemplar por el resto de la vida, era suficiente poder mirarlo sonreír. Patético, ¿verdad? Yo creo que sí, que era patético.

Me senté a su lado en una clase de matemáticas. He de decir que, aunque no venga a cuento, a mí me gustan las matemáticas. Esa maestra no era la bruja más simpática de la tierra, ni era fácil de eliminar como en los videojuegos, pero, digamos que, era soportable. Nos dio una hoja para hacer la operación, donde ya teníamos el resultado, si al hacerlo el resultado era el mismo, era obvio, que estaba bien, si no, estaba mal.

Esta es la forma en la que nos conocimos él y yo, con una dura discusión, llena de bromas, en las que, aunque él siga negándolo, se había inventado toda la operación y el resultado era totalmente incorrecto. Aunque como he dicho, lo seguiría negando por el resto de su vida si hiciera falta, y sí, he de decir que llamé a la maestra por la duda, ya que dudaba un 0,0002% de que me estuviera equivocando y de que él no la tuviese mal, pero sí, la tenía totalmente mal. Muy mal.

No sé lo que pasó después de eso, pero sí sé con certeza que él mismo dijo que le había pedido mi número a su conocido, y esa noche seguimos discutiendo por whatsapp de que la operación que le había hecho estaba bien, cuando no lo estaba. Más tarde hablamos un rato y le dije algo así como... "Me encantas, cásate conmigo". Supongo que entre broma y broma la verdad asoma... y él me respondió... "Vale". Me emocioné mucho y no lo comprendía, ya que no soy de las chicas cliché que ven películas románticas y dicen: "yo quiero que me pase", ni mucho menos. Soy más de las que ni siquiera puede mirar un beso entre dos humanos en una película romántica. Y sí, es así, me tapo los ojos para no ver los besos, y cuando veo a alguien por la calle besándose por motivos que desconozco me da mucho asco, buuuu. Soy más el macho de la relación, aunque soy mujer. Vamos, mi querida yo femenina está sumida en un sueño totalmente eterno, en otras palabras, soy muy marimacho, me gusta jugar con dinosaurios, balones y relacionarme mejor hablando con un chico que con una chica. Eso no quita que no me gusten los peluches y las muñecas, aunque realmente si no me regalas una muñeca que sea un hada o una chica con orejas de animales, no me gustan las muñecas, les arranco la cabeza, les corto el pelo, o directamente las hago desaparecer camino al vertedero. Sí, así soy yo.

Una mujer, jah, aunque odio ser llamada mujer o tratada como tal. ¿Qué me ponga vestidos? Por favor, solo una vez cada quizá 100 días me apetece depilarme. Ni en millones de años me depilaría para ponerme un vestido, NI AUNQUE FUERA UN DÍA IMPORTANTE. Un pantalón es la cosa más cómoda que hay, aunque un pantalón de chándal le da cuatrocientas patadas a un vaquero, pero bueno.

Supongo que me salí del tema en cuestión... Volviendo a ello... En algún momento de esos, él me dijo, que sentía exactamente lo mismo que yo.

Ese sentimiento de conocernos desde hace mucho tiempo y necesitar estar juntos. De habernos amado por años y conocernos por siglos, no fui solo yo la que sintió esas sensaciones, no fui yo la única loca en esta historia de dos. Quizá nos equivocamos pensando lo que era el amor. Quizá el amor no se busca, aparece, y ni siquiera aparece, es algo que tú sabes que es, es el hecho de sentir: "Es él" o "Es ella". Y ni siquiera es algo que tu corazón y mente te vayan a decir, es algo más allá de todo, y más cerca del nada, algo que sabemos que está, pero que no podemos tocar, algo que ignoramos pero de lo que hablamos, algo de lo que no entendemos, pero de lo que conocemos, algo, que yo no te voy a decir.

Una última cosa te voy a decir, lector. Lo vi, es él, y lo amo, lo quiero, y me gusta, pero nada más.

Si has averiguado qué es ese algo, me encantaría escucharte decirlo. Nunca olvides que puedes mandar un comentario o un mensaje. No muerdo, aunque le arranque cabezas a las muñecas. *Mira hacia otro lado*.

Hasta otra, querido lector, espero que te haya gustado lo que yo creo que es el amor, y dime: ¿Qué es el amor para ti?

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