¡bésame! | TAEKOOK

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Narrador omnisciente

—¿Kook?

Un somnoliento Taehyung estaba bajando las escaleras, tallándose su ojo izquierdo. La escena era más que adorable para Jungkook. Hobi le dió unas palmaditas en la espalda y susurró audible para el chico un "ve por él", saliendo de la casa que compartían para que pudieran hablar a solas en la sala.

Jungkook se acercó lentamente a su chico, el contrario ya estaba en la sala y tenía sus ojitos hinchados, le tomó su mano y ayudó a sentarlo en el sillón, seguía sin orientarse.

—Tae...

—Kook, me dejaste abandonado en la habitación. Pensé que me habías dejado solo.— puchereó ligeramente, dándole un zape en la frente a su menor.

—Obvio no, hyung. Es que quería hablar con Hobi hyung... sobre algo muy importante.— dijo tomando la mano contraria, haciendo que Tae se estremeciera en su lugar. ¿Será que sus sentimientos son correspondidos?...

—Oh, ya veo... ¿qué era?

—Bueno, es algo extenso, p-pero, digo, no es difícil, en realidad... perdón, estoy nervioso.— bajó su mirada y soltó la mano de su mayor, secándose su mano que comenzó a sudar.

—Kook.— Tae firme.

—¿Sí?— no podía verlo, no podía confesarse todavía, tenía miedo de ser rechazado.

—Conmigo no te debes de poner nervioso, puedes decirme.— el mentón de Jungkook fue tomado con la yema de los dedos de su mayor, acariciando. Hicieron contacto visual y podían sentir sus respiraciones.

Jungkook sentía que se moría

—Puedes hablar de lo que quieras...— susurró Taehyung, dándose cuenta de que los ojos de su Kookie le veía los labios sin vergüenza.

Un par de centímetros...

—Hy-hyung... yo-

—Hazlo, vamos.— Tae unió sus frentes.

—¿Hacer qué? Dígame.— Kook tragó duro, no entendía nada, pero anhelaba tanto-

—Bésame.— besarlo.

Y así fue, rápido, lindo y corto. Un beso que duró 5 segundos, un inocente beso que decía más de mil palabras.

—Hyung, yo, y-yo, lo...

Desvió su mirada y se le subieron mis colores a la cara, era un sueño, pensó.

—También te amo, bebé.

—¡Oiga! N-no me...

—Tan lindo, mi bebé.

—¡Hyung!

—¡Bebé!

Un lindo puchero acompañaba a nuestro protagonista, que su ahora novio no dudó en besar, haciendo al contrario olvidar su "berrinche" y provocarle una gran sonrisa. Se abrazaron efusivamente y se dieron más y más besos, muchos de los tantos que les esperaba.

Fin

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