~Capitulo 11~

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Spider-Man's POV

Bien, después de encontrarme con tan peculiar persona me fui a dónde estaba May, estaba cansado y era de noche.

Entré lo más sigiloso posible pero ahí estaba May.

-Sabes hijo, ahí está la puerta.- Me dijo mientras estaba sentada en mi cama.

Yo me reí nervioso y me quité la máscara.

Tenía algunos rasguños porque justo antes había peleado con algunos delincuentes.

-Si, tal vez tengas razón y deba entrar por la puerta como gente normal.- Le dije sarcásticamente, ella me vió mal.

-Peter, ¿Estás bien?.- Me preguntó, yo sabía a lo que se refería.

-Si May, estoy bien, algunos huesos rotos por aquí y allá, pero estoy bien.- Le dije intentando aligerar el ambiente.

Mala idea.

-Hijo, esto no es broma.- Me dijo seria mientras se paraba de la cama y me tomaba el brazo.- Sabes que me duele que hagas esto, sales ahí afuera sin algo más que tú traje, sales ahí afuera arriesgando tu vida por los demás, ¿Que tal si te matan?.- Me dijo viéndome a los ojos.

Ella es la única que me hace sentir mal por esto...

-Hago esto porque se que si yo no lo hago, nadie lo va a hacer, en el mundo hay problemas más grandes, hay amenazas galácticas que pueden destruir el universo con solo un chasquido.- Le contesté devolviendo el agarre a su brazo.- Nadie de los héroes más grandes tiene tiempo de lidiar con Electro o Vulture, por eso me encargo yo de esas cosas.- Le dije sonriendo, ella me devolvió la sonrisa.

-Sabes, te pareces mucho a Ben y a tu padre, ahora, a dormir que ocupas descansar querido.- Me dijo dandome un beso en el cachete, yo sonreí.

-Descansa May.- Le dije, ella me respondió lo mismo y salió de mi habitación.

Me quité el traje y me limpie algunas heridas que tenía y me puse mi pijama.

Y me tiré en mi cama a dormir como nunca lo he hecho.

Al día siguiente...

Peter's POV

Despierto por la luz de la ventana de mi cuarto, veo la hora, son las 8 de la mañana.

Para mí es una hora estándar a la que me despierto, pero en un Domingo las cosas sin diferentes.

Con todo esto de lo que pasó no tengo ni la menor idea de quién soy o de qué hora es.

Hago lo normal, lo rutinario (lavarme los dientes, mojarme la cara, etc) y salgo a la cocina.

Y ahí está May.

-Buenos días May.- Le saludo, ella también me saluda.

-Buenos días Peter, ¿Que tal amaneciste?.- Me pregunta sonriendo.

Un Arácnido Enamorado De Una BaristaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora