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22 de Diciembre del 2019

Temprano en la mañana, Jungkook se disculpaba con Hoseok por haber destruido sus decoraciones navideñas en el jardín.

—Bueno, creo que tendremos que hacer limpieza.— Antes de que Jungkook dijera algo, la vecina llamada Allyson se acercó a ellos.

—Con gusto ayudaré.— Hoseok murmuró algo ininteligible y luego sonrió enormemente.
—¡Hola!— Saludó con fingida emoción.

—¿Qué pasó aquí?—El caballero se acercó al lado de Hoseok prestando atención a lo que decían.

—Jungkook es uno de los caballeros del castillo navideño y estaba practicando su rutina.— Justificó Hoseok.

—Buen día.— Saludó la chica y estiró la mano con si fuera de la realeza para que él la besara. Pero Jungkook simplemente la tomó y estrechó la mano como cualquier persona.—Pensaba si querías salir a cantar villancicos esta noche.— Preguntó a Jungkook y Hoseok rodó los ojos disimuladamente.

—Aunque sea un honor, debo rechazar vuestra invitación.—Le dio una rápida mirada a Hoseok notando la molestia en sus ojos y brazos cruzados.— Estoy comprometido.

—Bueno, en otra ocasión tal vez.— La vecina se alejó cuando Jungkook asintió a sus palabras.

Hoseok entró a la casa algo enojado mientras seguía rodando los ojos.
—Lady Allyson os puso verdes de envidia.— Comentó Jungkook que entraba detrás de él.

—Para empezar, no es lady, en la escuela la nombraron como la más coqueta. Y créeme, no es una damisela en apuros.

—Y lo que hizo fue ponerlo en apuros a usted. Por lo que rechacé su invitación.—Confesó Jungkook.

—¿Desde cuándo estás comprometido? Dime.

—Desde que el caballero me abrió las puertas de su castillo.—Hoseok sonrió enternecido sabiendo que se refería a él.—El cretino James, creo que acabó con su autoestima, bebé.—Hoseok frunció el ceño por su apodo, pero supuso que lo aprendió en la televisión.

—No diría eso, pero supongo que me volví un poco desconfiado.

—Un caballero siempre es fiel, juramos actuar con valor y virtud. Ofrecer ayuda a todo aquel que la necesite.

—Entonces te pediré un favor, necesitaré mucha ayuda para organizar el banquete de Navidad.— Hoseok tomó asiento y Jungkook siguió su acción.—¿Me ayudarías?

—Sin duda, os sirvo día y noche.—Sonrió.

Hoseok llevó a Jungkook al lugar donde sería el banquete pues tenía cosas que hacer y quería que Jungkook se familiarizara.

—¿Y cómo comenzó este evento de caridad?—Preguntó curioso Jungkook.

—Cuando era niño, mis padres organizaban una cena navideña para amigos y familias desatendidas. Y al fallecer ambos decidí continuar con la tradición.

—Que altruista.— Hoseok sonrió.

—Bueno, lo que importa en Navidad es dar ¿no? Y como el evento creció, vendemos las entradas y las ganancias se donan a los necesitados.— Jungkook lo miró de una manera particular hasta que fue interrumpido por una señora que le pidió ayuda a Hoseok y comenzaron a ayudar en el lugar en lo que pudieron.

23 de Diciembre del 2019

Jungkook limpiaba tranquilamente su desastre del día anterior. Hoseok salió abrigado de la casa con un saco café en las manos.

—Necesito ir al supermercado, debo comprar unas cosas para el banquete ¿Me acompañas?— Jungkook se sacudió el polvo y se acercó sonriente a Hoseok.

—Si, claro.—Hoseok le entregó el saco para que se lo pusiera y el caballero lo aceptó contento.

Ya en el lugar, Jungkook se deslizaba por los pasillos.— Nunca había visto un botín como este.—Hoseok lo siguió con un carrito.
—Si, supongo que no valoramos lo que tenemos.

Jungkook entró a un pasillo en específico.
—En mi reino, los mercados venden presas, vegetales y pan.— Un señor lo miró de manera extraña, pero no dijo nada.

El caballero se cambió de pasillo y siguió viendo lo que ofrecían. Hoseok leía la lista de cosas en su celular sin darse cuenta de que Jungkook encontró el chocolate.

—Este debe ser el delicioso brebaje que me embelesa.— Tomó un bote y luego otro, los acomodó mejor en su brazo y tomó otros dos.

—Si, ese es.— Rió al ver que Jungkook no dejaba de tomar botes.— Am.. Jungkook, solo toma uno. No almacenes todo para el invierno.

Jungkook asintió y dejó uno en el carrito, Hoseok se dio la vuelta a buscar el pan pues ese era el pasillo y no lo veía, Jungkook soltó otro bote en el carrito y luego otros dos. Hoseok se dio la vuela y miró cómo Jungkook seguía poniendo los botes de chocolate en el carrito con cautela para que no lo notara.

—¿Vas a... llevar eso?— Susurró Hoseok resignado ya sin insistir en dejar los botes. Jungkook dejó en el carrito los últimos dos botes y se dio la vuelta.— En serio te gusta el chocolate.

Encontraron el pan y Hoseok lo señaló diciendo que tomara ocho bolsas.

—Profesor Jung.
Hoseok se dio la vuelta y notó que era su estudiante, esa que había tenido problemas con su calificación el último día de clases.— Se está preparando para el banquete ¿verdad?

—Oh, si...—Hoseok siguió hablando sin notar que Jungkook había abierto el pan y lo había mordido. El caballero escupió el pan y dejó la bolsa, tomó otro y lo probó, escupiendo de nuevo cuando le desagradó una vez más el sabor.

La chica miró raro a Jungkook y Hoseok se volteó, soltó un suspiro y se despidió de la chica para hablarle a Jungkook.— Dije ocho bolsas pero no que las probaras antes.

—No puedes ofrecer esto, sabe mal.— Dejó caer la de pan al suelo y Hoseok solo lo miró sin decirle nada.

—De acuerdo, ¿qué sugieres?— Dejó caer sus brazos rendido.

—¿Por qué no mejor me guías a la harina, levadura y mantequilla?— Sugirió Jungkook.

—No soy el mejor chef, usemos la opción dos.— Señaló el pan y estaba a punto de tomarla cuando el caballero tomó su mano y la alejó del pan negando la cabeza.
Jungkook alzó su rostro completamente orgulloso.
—Ese soy yo, soy panadero, carnicero y hago velas.

El Caballero de la Navidad.- Junghope.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora