El Caballero de la Navidad.- Junghope.

F I N A L

Ya en la cena Hoseok dio una breve bienvenida a todos donde les agradecía la cooperación de todos y de tomarse el tiempo para disfrutar de ese día con todos ellos y mandando sus buenas energías en un día tan hermoso como ese.

Hoseok tenía un plan junto con Jungkook, así que el maestro, en el árbol de Navidad, llevó a su vecino junto con sus hijos, donde les dejaron sus regalos de Navidad y ellos los abrieron con emoción, le entregaron un sobre con dinero al señor que al principio rechazó, pero Hoseok lo convenció diciendo que ese era el propósito del banquete y que lo hacían con mucho gusto.

—Prometo retribuir en lo que pueda.— Dijo con voz rota el señor.

—Pues en mi opinión. Ya lo hiciste.— Confirmó Jungkook.

Hoseok y Jungkook se alejaron un poco para hablar.— Lo lograste, Jungkook, creo que has cumplido tu propósito.

—Hay una casa más que quiero hacer.—Jungkook se puso su armadura para que los niños se tomaran fotos con él.

Incluso los adultos del lugar estaban sorprendidos y contentos.

Allyson, la vecina de Hoseok, se acercó al caballero.— Yo igual quiero mi foto.—Extendió su mano.— Mira, Jungkook, un muérdago ¿Sabes qué significa?

—Esa planta ¿asusta a los espíritus?— Ella rió.

—No, tonto. Deben besarte. Si te paras debajo de él. Sino tendrás mala suerte.

Jungkook levantó la mirada y la dirigió a Hoseok que daba indicaciones a los ayudantes del lugar.
Allyson siguió su mirada y entendió enseguida.—Algo me dice que deberías reservarlo para alguien especial.—Jungkook tomó el muérdago.—Feliz Navidad.

Ya era noche y todos se estaban llendo, una señora se acercó a Hoseok diciendo que ella se hacía cargo de limpiar. Él agradeció y fue a la otra habitación donde estaba Jungkook.

—¿Ocurre algo?—Preguntó Hoseok y Jungkook sonrió.

—Así es, yo esperaba que me ilustrara sobre cierta tradición navideña.—Hoseok sonrió.

—Oh, claro.

—Según entiendo, es de mala suerte que una pareja no se bese si está debajo de esta plata.—Levantó el muérdago.

—Ah, bueno, solo es una superstición.— Aclaró Hoseok. El caballero asintió borrando su sonrisa.

—Ah...
Hoseok lo miró y suspiró.
—Pero...¿por qué arriesgarse?—

Jungkook se acercó hasta que juntó sus labios con los de Hoseok. Lo tomó por la cintura y este rodeó su cuello con sus brazos. El caballero sonrió al sentir su corazón latir con fuerza, una de sus manos subió hasta el cabello de Hoseok y lo sujetó para guiar el beso y profundizarlo.
Se separaron por falta de aire y Hoseok soltó una risita, bajó su mirada nervioso.
Una luz brillante salió de algún lugar.—Tu medallón.

—La bruja.

—¿Qué significa?—Preguntó asustado Hoseok.

Fueron al castillo navideño pues según Jungkook si por ahí había llegado, por ahí debería irse.

—¿A dónde?— Preguntó ingenuamente el maestro.

Jungkook lo miró apenado.—Debo volver.

—Ah... Cumpliste tu propósito ¿Eres un caballero?—Sus ojos comenzaban a picar y trató de mantenerse firme.

—Te estaré eternamente agradecido. Y aunque es dolorosa la despedida, no tengo elección, yo... debo volver para el nombramiento de mi hermano, es... mi deber.