El sol estaba dejándose intimidar por la luna y aquellas nubes blancas se tornaron grises para luego desaparecer.
Dos corazones latían, uno relajado y el otro descontrolado, haciéndole saber al último que algo extraño estaba pasando.
Ella estaba intranquila, pues Adam la tenía no abrazada, si no muy pegada de su pecho; ella sentía que si se alejaba algo le haría falta.
No quería sentir eso.
Y fue allí, pensando en lo que estaba sintiendo, cuando Adam sonreía tras un sueño encantado, dónde comenzó la tormenta; ella, ella y su forma de ser, ella y su forma de sentir, ella no podía cambiar, y no podía, aunque si se tratase de alguien común no le importaría, dejar que Adam cayera en aquél abismo, en uno en dónde había gritado su nombre, y no por adrenalina, si no por miedo.
Ella sabía que era el comienzo de algo inolvidable y por eso había gritado.
Por eso le había dicho a Adam hacía unas horas desde lo más profundo de su corazón un: "Eres muy especial", dejando que él sonriera, acariciara su rostro y quedará profundamente dormido a su lado.
No quería despertarlo, sin embargo no hizo falta, ya que después de removerse un rato él abrió los ojos dejándole ver después una dentadura blanca, cara adormilada y mirada sonriente.
Era la primera vez que lo veía despertar, puesto que siempre se iban de la casa del otro a la hora que fuese, quizá previniendo algo que en ese entonces no sabían qué y ahora estaba ocurriendo.
—Tengo hambre —Balbuceó él, para luego bostezar —Me está matando la espalda.
Ella le sonrió con ternura, pero sentir su teléfono vibrar le hizo regresar a la realidad.
—Un momento —Le pidió al ver que la llamada había sido cortada —Debemos irnos, mañana debo adelantar el trabajo que no me has dejado hacer hoy —Le reprochó algo molesta, haciendo que Adam riera.
Le gustaba verla molesta.
—Ajá ajá, como digas, pero, señorita...
Otra llamada entrante al teléfono de la chica le cortó las palabras.
Ella se alejó, pero no lo suficiente.
—Hola —Saludó, mirando de reojo hacía donde estaba él, sentado ya —Sí, ja ja, pues no, no hago nada ahora, ¿y tú?
-Oh- pensó Adam -no hacía nada-...
—No, ¿en dónde más debería estar? Es la tv, History y su documental marino.
—Wow —Soltó Adam en baja voz, sintiendose vacío por un momento.
¿Con quién hablaría que se sentía en el descaro de mentir así?
—Ay, ya, dejame ¿sí? Puedes llamar a Adam si quieres para que sepas que me trajo a casa hace unos minutos, por eso no respondí ¿okay?
Más mentiras.
Todo se estaba tornando oscuro y sin embargo ella era todo lo que Adam veía.
Mintiendo.
—Adiós... ¡No! ¡Es que me molesta severamente, Raúl!, ¿no puedes confiar en mí ni un momento?
Hasta parecía estar realmente molesta.
Molesta de que no le creyeran su mentira.
Él había estado escuchando excusas parecidas esos años más nunca quiso involucrarse en nada; nunca quiso saber qué o quién hasta ese segundo.
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Sunday Morning [Adam Levine] ✔
FanfictionDe un Sábado a Domingo por la mañana dentro de un carro, ella y él conocieron lo que era el cielo sonriente adornando el agua azulada, como también el infierno en las profundidades de ésta, siendo amantes, amigos y consejeros. "Puedo ser la flor de...