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—¿Te divertiste?— Preguntó Harley conduciendo.

— Fue muy entretenido, si.— Contestó Juno con una sonrisa.— Es increíble el trabajo de Leo.

— Algunas Especies no se sienten cómodos haciendo trabajos de humanos, prefieren la libertad del bosque. A su vez protegemos a los animales en peligro de extinción.

—¿Cuál es tu trabajo?

Harley sonrió, al fin ella mostraba interés en él y eso lo hacía dichoso.

— Trabajo en un equipo especial que rescata a las Especies que aún no fueron liberadas y también suelo trabajar en el muro como vigilante.

— Suena peligroso...— Murmuró la joven.

—¿Te preocupas por mí?— Preguntó el macho ocultando su entusiasmo.

— Estoy segura que sabes manejarlo bien, así que no.— Contestó sonrojada.

Harley sonrio y negó, romper los muros de la niña sería muy difícil. Sin embargo, no negaría admitir que eso era lo que le atraía. Quería domarla y mimarla. Juno no era más que una gatita salvaje pero él la haría SU gatita salvaje.

— Ya me había ilusionado.— Añadió Harley con tono de tristeza y luego soltó una pequeña carcajada.

— ¿No tienes nada que hacer en tu tiempo libre que haces esto?

—¿A qué te refieres, gatita?

— Primero: no me digas gatita y segundo... ¿ Por qué insiste en caerme bien? Realmente no lo entiendo, no estoy de humor para hacer nuevos amigos. Y al menos que te paguen por estar a mí alrededor como una mosca molesta, no creo que quieras estar tampoco a mí lado ¿Verdad?

Harley no dijo nada ¿Decirle la verdad? Si, claro  y esperar que de pronto ella se abra a él... Como si eso fuera a suceder.
La única forma para llegar a la cima de la montaña era dando un paso a la vez, lento y seguro.

— Lo siento gatita, pero tendrás que soportar mí presencia.

—¿Hasta cuándo?

Hasta que el sol se extinga y la Tierra ya no exista, Juno.

(*)

Juno se encontraba cenando con su tíos y primos, la charla que se compartía era de los negocios que se pensaba hacer con el mundo humano así como la creación de una universidad en  el Homeland, sin embargo eso no le interesaba a Juno.

Sus pensamientos iban y venían sobre su día con Harley y los leones. Si... No lo negaría, se había divertido y realmente se había olvidado de su situación durante esas horas.
Aunque no podía olvidar el hecho de que tal vez Harley solo se había compadeció de ella.

Harley...

Un nombre  fuerte, poderoso, oscuro y... Erótico.

Peligrosamente atractivo. Peligrosamente varonil para ella.

Recordó a los chicos de su clase, no se comparan con Harley.
Si bien no lo había visto, sabía lo caliente que era por su voz y por su tacto al ayudarla a caminar para que no se tropiece.

¿Podrían ser amigos? No estaba segura. Primero debía averiguar si él no estaba forzado a brindarle su compañía. Que doloroso sería saber que ella confía en alguien que solo le habla por obligación.

— ¿Juno?— Llamó su tía y Juno intento girarse en dirección de ella.—¿Estás bien? Has dejado de comer.

No me dí cuenta.

— Si, solo estaba pensando.

—¿Te divertirte hoy con Harley?— Preguntó su tío.

— Si.— contestó algo incómoda.

— Harley suele ser muy bromista pero es buena compañía.— Comentò el macho.

Juno solo asintió, no sabía más que decir. Más tarde le preguntaría abiertamente a su tía sobre Harley, por ahora decidió quedarse con el bonito recuerdo de ese paseo.

— Yo contesto.— Dijo Forest cuando el teléfono sonó.

— Si me disculpan, me siento cansada, iré a dormir. Buenas noches.— Dijo Juno levantándose y con ayuda se su bastón se dirigió a su cuarto.

Ya se estaba acostumbrando a la casa por lo que llegó con éxito a su habitación, aún así era muy frustrante tener que tantear todo para evitar lastimarse.

En el momento que entró en su habitación, ya no se molestaba en prender la luz ya que ni siquiera lo necesitaba, algo que le  hacía dolorosamente consciente de su ceguera.

No de nuevo, no caigas en depresión...

Se había divertido con Harley, se había olvidado de todo pero él no estaba con ella en este momento. Ella estaba sola de nuevo en la oscuridad y el dolor volvía a ella como una inmensa ola destructora.

La única opción que tenía era sobrevivir a ello, tratar de vivir con ese dolor hasta que disminuya ¿Pero lo hará algún día? Parece ser tan intenso, tan bruto que no podía dejar de dudar si algún día superaría todo puesto que el recuerdo de la pérdida de sus padres están en sus propios ojos.

"Ya tuviste tu tiempo para sentirte mierda, es hora de recuperarse Juno."

Harley...

Ese macho era un tirano, era duro con las palabras y no admitiría en voz alta las ganas inmensas de llorar que tiene cuando él le habla tan cruel y rudamente pero también le hacía sentirse como una persona. Como una persona que no tienen que tener una consideración especial porque está sola en el mundo o porque estaba ... Ciega.

Ciega... Que horrible palabra.

Tal vez se estaba haciendo todo un drama con esto porque aunque no quisiera admitirlo, Harley tiene razón: muchos hijos de todas las edades sepultan a sus padres,  muchas personas de todas las edades también se quedan ciegas y en ambos casos ella no se ahogan en un vaso de agua. No, muchas de ellas abrazan las malas cosas y tratan de superarla.

Pero ¿Cómo? ¿Como superar que aún cuando estás despierta ves oscuridad? ¿Cómo superar que  ya no puedas ver tu color favorito? ¿O que ya no puedas ver una película o leer un libro? ¿Y si algún día olvida como se veía todo? ¿Y si se olvida como son los colores?

Era hora de admitirlo en voz alta.

— Tengo miedo... Tengo mucho miedo.

Juno Nuevas Especies 0.6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora