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2 semanas después

Juno  se encontraba secando los platos de la cena mientras Harley los lavaba. Su pequeño bebé Jarley estaba comiendo su comida tan ansiosamente que hacía ruidos graciosos provocando que Juno se riera.

— Creo que Jarley  realmente es tu hijo, tiene tanta hambre como tú.— Dijo burlona.

— Nosotros comemos bien ¿No Jarley? Solo mamá es la que come poco.— Dijo Harley al cachorro que ladró en respuesta se afirmación.—¿Ves? Tienes que comer más Juno.

— Como hasta llenarme Harley, un poco más y reviento.— Contestó riendo.

— Mmm me gustaría tenerte gordita para mí.— Dijo coqueto.

— Capto lo que realmente quieres y ya te dije que cuando se dé lo tendremos.

Juno sabía que Harley quería hijos y ella no tenia problemas con eso pero quería disfrutar de su macho solo para ella por un tiempo. Además Joyce, la psicóloga y amiga de Harley por estar emparejada con Moon, le había dicho que sería bueno empezar lento y seguro para luego traer más proyectos a sus vidas por lo que tener hijos por ahora no era una opción recomendable hasta que Juno mejore.

— Lo sé, pero me gusta imaginarte con un bebé, te verías hermosa.

— Tu piensas que siempre me veo hermosa con cualquier cosa.

— Eso no lo niego.— Contestó el macho haciéndola reír.

— Ya terminé aquí, iré apagar la luces.

— En la sala deje prendidas algunas luces.

— Bien.

Joyce le había dicho a Harley que debía dejar que Juno se adapte a la casa y a su nueva vida, que debía dejar que hagas cosas comunes como apagar las luces y eso la ayudaría a aceptar su condición.
Fue un poco difícil para Harley dejarla hacer esas tareas teniendo que se lastime pero lo estaban logrando, ambos se estaban adaptando bien a la situación.

Juno camino con su bastón con el que golpeaba las cosas para caminar y fue apagando las lámparas ¿Como sabía cuál apagar y cual no? Por el calor que desprendían.
Juno terminó con la última lámpara o eso creía, siempre había alguna que se le escapaba, cuando escucho un gruñido de Harley y un ladrido de Harley entonces se giró preocupada para descubrir algo que la paralizó...

Una luz.

Había una luz y ella podía verla.

Su cuerpo tembló cuando la luz tomó más forma y pudo ver la lámpara colgante y más allá el techo.

¿Como...?

—¡HARLEY!— Gritó entre asustada y emocionada.—¡HARLEY!— volvió a gritar ansiosa y escuchó los pasos apresurados y los ladridos de Jarley.

La luz era intensa y podía distinguir la forma de la lámpara, podía ver el leve tono azul invierno de las paredes. La emoción invadió todo su cuerpo dejándola congelada en su lugar sin saber que pensar o decir ¿Y si era una ilusión? ¿Y si estaba delirando? ¿ Y si era un recuerdo oculto? ¡No, ella estaba segura de que estaba viendo!

—¡JUNO!— Gruñó el macho asustado y corriendo hacia ella.—¡¿Estas bien?! ¡¿Te duele algo?! ¡¿Que sucede?!

— Harley, ¿El techo es de color blanco con una lampara de techo de alambre y madera?— Preguntó asustada y esperanzada.

— Si...— contestó dudoso, aún alerta y asustado pero muy confundido.

—¡Harley puedo verla!— exclamó feliz.—¡PUEDO VER ESA LAMPARA!

Juno Nuevas Especies 0.6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora