𝐰𝐚𝐫 𝐨𝐟 𝐡𝐞𝐚𝐫𝐭𝐬 ► glee

01 | 𝐏𝐈𝐋𝐎𝐓

capítulo uno, piloto
────𖥸────

❝ a glee-- what? ❞

𝗦𝗜 𝗢𝗟𝗜𝗩𝗘 𝗧𝗨𝗩𝗜𝗘𝗥𝗔 𝗨𝗡 𝗗Ó𝗟𝗔𝗥 𝗣𝗢𝗥 𝗖𝗔𝗗𝗔 𝗩𝗘𝗭 𝗤𝗨𝗘 𝗟𝗘 𝗗𝗜𝗝𝗘𝗥𝗢𝗡 𝗤𝗨𝗘 𝗦𝗨𝗦 𝗦𝗨𝗘Ñ𝗢𝗦 𝗘𝗥𝗔𝗡 𝗜𝗠𝗣𝗢𝗦𝗜𝗕𝗟𝗘𝗦, definitivamente sería millonaria. No le cabían dudas de que estaba destinada a estar bajo los reflectores y que lo lograría en algún momento de su vida, al igual que su madre y hermano. Pero por ahora se tendría que conformar con el club de teatro, el de ballet y el de danza.

Este año quería que sea diferente a los otros de alguna manera. Ya cambió radicalmente cuando entró a las Cheerios, el equipo de animadoras dirigido por Sue Sylvester.

Su status social había crecido a grandes escalas, pero algunos todavía la veían como la sombra de Santana Lopez o Quinn Fabray; aunque Brittany decía que si la latina y la rubia tuvieran una hija, seguramente esa sería Olive.

Después estaba Finn Hudson, el quarterback estrella del equipo de fútbol. También conocido como el mejor amigo de la castaña desde la infancia, por la cual tenía un punto débil.

Y por último pero no menos importante, estaba Kurt Hummel, el único chico abiertamente gay de McKinley. Whitemore sin dudas le debía toda al chico; el año pasado, él la ayudó a tener un glow up de infarto. Además de que se volvieron extremadamente cercanos durante las vacaciones de verano.

Hablando de verano, Olive tuvo su primera relación en esa estación: Jesse St. James. La voz principal de Vocal Adrenaline entró al dulce y tierno corazón de la chica como nunca nadie lo había hecho y era evidente que el amor que se tenían duraría bastante.

Ambos se conocieron cuando ella y su madre visitaron Carmel High, Winona Whitemore tenía la idea de cambiar a su hija menor a la escuela privada por el gran aclamado y amplio programa de artes que esta poseía, y sabía que su hija quedaría fascinada por el Glee Club de ahí, que era dirigido por Shelby Corcoran, una amiga íntima de la actriz.

「 𝐅𝐋𝐀𝐒𝐇𝐁𝐀𝐂𝐊 」

─𝗠𝗔𝗠Á, no creo que esto sea necesario─ murmuró Olive una vez que salieron del auto. ─. Estoy bien en McKinley. Además, no conozco a nadie aquí y está al otro lado de Lima.

─Cariño, créeme, sí es necesario─ señaló la adulta, empezando a caminar hacia la entrada de la ostentosa escuela. ─. Eres hermosa, talentosa y amable, seguramente a todos les caigas bien. Y capaz consigas un novio─ agregó juguetona mientras chocaba su hombro contra el de su hija. ─. No es que necesites uno, la mayoría suele ser una pérdida de tiempo y eres muy buena para cualquiera.

─Lo sé.─ replicó, sacándole una risa a su mamá.

Caminaron por los pasillos vacíos, ya que los alumnos estaban en sus últimas clases y actividades extracurriculares, hasta que llegaron a la oficina de la directora.